• jueves 15 de septiembre de 2022 - 12:00 AM

Verdades que duelen, pero no ofenden

La población vulnerable es asesinada y pasa desapercibida

Nuestro mundo funciona al revés. Muere un villano y es publicado en titulares de los medios, comentado hasta el agotamiento por televisoras. Vivo ejemplo de desvergüenza galopante en que unos y otros se cubren o encubren malas crianzas, vagabunderías, asesinatos, canibalismo y cualquier tipo de vejámenes contra la población más vulnerable.

Producto de desgobiernos, todos los días mueren niños, en Panamá y el mundo, por desnutrición, hambre, falta de vías de comunicación, puentes, ausencia de medicamentos y pocos nos enteramos, ellos no son noticia.

La población vulnerable es asesinada y pasa desapercibida. A nadie importa. Quienes se enriquecen pagando mal a los trabajadores (cuasi esclavos), son los mismos en cualquier país. Se burlan de la justicia y por estrechez mental de muchos compatriotas -idiotizados por la fama o fortuna- los hacen ver como pro héroes cuando son verdaderos miserables.

Definitivamente no “todos robamos”. Roban los que tienen los medios y pueden hacerlo con el beneplácito de quienes gobiernan y si son ellos los que gobiernan pueden lucir prendas que costaron muchas vidas…, miles de vidas. De eso se nutren los “famosos reinos o monarquías”. Gobiernos que han robado la libertad a miles seres humanos, hasta la forma de pensar, a tal grado que aún hay razas perseguidas -hechas esclavos-, aún así, lloraron la muerte de quien representó la opresora de sus antepasados.

Interesante investiguen cual fue la posición de Inglaterra y de la hoy difunta Isabel, aquel 9 de enero de 1964, cuando el pueblo panameño fue ultrajado, violentado y una veintena de compatriotas asesinados. Interesante saber cuántos argentinos lloran su desaparición, como la pudieran llorar algunos “muy buenos” panameños. Cuantos africanos lloran aún sus difuntos o esclavos producto de los actuares de aquel gobierno invasor de Inglaterra y quien los representaba mundialmente.

Por eso nos tratan como ciudadanos de tercera clase. Dolerá a muchos estas verdades. Espero sean analizadas en su justa dimensión por mentes pensantes, frescas, nacionalistas, no las llenas de aserrín. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador y humanista.