La varita mágica, ministro Valderrama

Cuando se gobierna sin tener una adecuada planificación, con corsarios y piratas, es imposible que el dinero alcance. Obviamente señor Ministro Augusto Valderrama, nadie tiene una varita mágica para corregir tantos entuertos perpetrados y perpetuados por quiénes mal gobiernan.

Hace lustros venimos exponiendo soluciones para mejorar la maltrecha economía, pero cae en saco roto, sin embargo, cuando sucede lo que acontece en Colón, Chiriquí, Bocas y otros puntos de la República, obviamente no habrá varita mágica que solucione tantos problemas.

Si los gobiernos trabajarán con los mejores hombres y mujeres, disminuirían la planilla estatal, pero por el contrario la aumentan, ello indica que la deficiencia se multiplica, aumentan los gastos en salarios y se vuelve a la vida loca.

La población de Panamá es de 4.5 millones de habitantes y tenía 679 representantes al 2019 y 71 diputados con su respectivos suplentes. Colombia con 51.6 millones de personas tiene 435 congresistas, de ellos 100 son senadores. El Congreso de USA tiene 535 congresistas, de los cuales 100, son senadores (dos por cada estado).

En Panamá, producto de leyes zigzagueantes y selectivas, generalmente se aplaude el delito de cuello blanco y muchas veces se encubre el enriquecimiento injustificado de políticos corruptos, independientemente el ‘repartido político' al que corresponda el poder. Situación que lleva a la clase media, baja y paupérrima a exigir empleo, salud y educación, como sucede en Colón y otras provincias.

Ahí está su varita mágica ministro Valderrama, desdichadamente señor ministro, aún falta conciencia ciudadana, comprensión y humanidad, para entender que la lucha es de todos y cada uno de los panameños.

Una forma de mitigar el costo del combustible, en Panamá, es SUSPENDER, LOS GASTOS DE REPRESENTACION y movilización permanentes, a todos los funcionarios o servidores públicos. A todos sin excepción, ya que cuando las vacas engordan todos comen de ellas, pero cuando se ponen flacas solo sufre la población de menos recursos. ¿Estaría usted dispuesto a asumir el costo de la varita mágica? Dios te salve, Panamá.

ECONOMISTA, EDUCADOR, HUMANISTA.