• jueves 14 de julio de 2022 - 12:00 AM

El silencio te hará cómplice

Mientras presuntos dirigentes políticos se emborrachan con aquello que la población pudiera usar para saciar su hambre

Cuando el hambre supere la comodidad del cobarde pensamiento del dejar hacer, dejar pasar, puede convertirse en sano pensamiento, con la convicción de que cualquier acción es mejor que ver niños llorar por falta de alimentos, techo o medicamentos.

Mientras presuntos dirigentes políticos se emborrachan con aquello que la población pudiera usar para saciar su hambre, el país está en decadencia suprema. Entonces se actúa sin cobardía, por el futuro de hijos o nietos.

"Entran limpios y salen millonarios", la frase acuñada, pero también “entran millonarios y salen billonarios”. Se hacen dueños de curules, ministerios y otras instituciones como procuradurías, Lotería, Contraloría, Defensoría del Pueblo, etc., además, ex presidentes cuentan con seguridad perpetua del Estado.

Los corruptos se hacen dueños de terrenos de playa, máxime si son de la Caja de Seguro Social, fincas que en algún momento fueron propiedad del Estado y dueños hasta de provincias. Mantienen negocios que licitan y muchas veces manipulan compras del Estado a favor de sus empresas.

Colocan en posiciones estratégicas administradores, jefes de compras, analistas, asesores legales, económicos y financieros o directores que son inamovibles, para que sirvan a sus insanos propósitos, muchas veces amañando los sistemas para que funcionen como a ellos les interesa. Siempre a su beneficio y contra los recursos del Estado.

Más de dos décadas advirtiendo sobre una explosión social en Panamá, que a ningún gobierno interesó y estamos en el borde del precipicio, con posibles caídos, mientras los corsarios y piratas se burlan del pueblo, producto del frívolo y mezquino pensamiento de quien tiene para comer.

El presidente Laurentino Cortizo tiene que asumir el papel correspondiente y tomar medidas restrictivas efectivas, adoptando mecanismos eficaces de contención del gasto público, así como eliminar los incentivos improductivos a la empresa privada.

De cualquier guerra, muertos y heridos son el peor escenario. Tengamos presente cuando Omar Torrijos explicó que "es mayor gasto la represión que la solución", pero quienes gobiernan no quieren escuchar, mucho menos actuar. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, humanista.