• miércoles 28 de mayo de 2014 - 12:00 AM

Reflexiones

El pueblo habló alto y claro

El giro que ha tomado la política nacional, la evidencia que ha quedado latente como consecuencia de la preferencia demostrada por el pueblo en las pasadas elecciones, ha traído consigo un mensaje que debe ser valorado desapasionadamente por los partidos políticos.

El pueblo habló alto y claro. Los tiempos han cambiado. Es la hora de los líderes jóvenes, con nueva ideología. En otras palabras, los perredistas deben comprender que es de inaplazable urgencia renovar el colectivo o de lo contrario quedará como el Partido Liberal, que era fuerte y quedó fraccionado en cuatro partes hasta desaparecer.

El torrijismo como doctrina está a punto de pasar a la historia. La ideología social demócrata (centro izquierda) no se ha puesto en práctica, en los gobiernos perredistas de los últimos años han sido de tendencia derechista, contrario al pensamiento torrijista.

Tiene que quedar claro que la alianza PRD-Panameñismo en la Asamblea debe darse con el único propósito de facilitar la gobernabilidad del próximo Gobierno.

Una acción salvadora para la supervivencia del PRD es fortalecer la bancada perredista que el pueblo panameño, con esa sapiencia que lo caracteriza, eligió en las pasadas elecciones y la cual está integrada por valiosos diputados entre los cuales se destaca Leandro Ávila, cuyo liderazgo se impondrá como una tabla salvadora para el colectivo.

Bueno, reapareció en el panorama nacional, después de una prolongada ausencia el doctor Roberto Velásquez, quien ha denunciado una campaña sucia en su contra y que mereció la atención de la ciudadanía, y dijo que está dedicado a su noble profesión de médico y en especial a su familia. Enhorabuena.

Si bien en cierto que el PRD ha sufrido otro traspié, conociendo el espíritu combativo de su membresía, no dudamos que como el ave fénix resurgirá de sus cenizas, pero hay que emprender la tarea de realizar una reingeniería para fortalecerlo y retornar a la lucha con más vigor, decisión y a marcha de vencedores.

Para lograr estos objetivos se impone la depuración de ‘elementos nocivos y viejos carcamales’, que con sus ideas retrógradas y negativas han causado otro descalabro al partido.

* Periodista y catedrático universitario