Quo vadis, Panamá?

Para cualquier observador, medianamente alerta, los 3 meses del nuevo gobierno no generan las expectativas que una población, ávida de cambios profundos, pueda seguir esperanzándose.

El Órgano Legislativo ha decepcionado. Era de esperarse. 47 diputados salidos del cáncer primario que son los partidos políticos y 24 diputados revestidos de buenísimas intenciones pero sin mayor coherencia política en muchos casos y que cada cual quiere usar su espacio con sus visiones individuales. Los del bando de los 47 los abruman y los 24 todavía creen que, con esa pandilla, se puede debatir racionalmente. Con pillos no se puede debatir más allá de, con estratagemas, tratar de enredarlos.

Los 24 deben hacer su parlamentarismos, además de en la Asamblea, en la calle, la que tienen que ganarse, porque los conflictos que se avecinan, pasarán por la calle.El Órgano Judicial está en una especie de pausa, aunque sigue “procesando” a varios pillos de los últimos gobiernos con los delitos que no han prescrito. El Ejecutivo es el que más definirá el quo vadis pero ha usado “prácticas” más de lo mismo. Nombramientos de muchos que integraron el gobierno más corrupto que se había dado hasta el 2009.

También nombrando gente del PRD, Molirena y Panameñismo, responsables del caos que vivimos.Estos nombramientos, en tiempos de poca solvencia económica, siguen con emolumentos indignantes para la situación que Panamá tiene más de un millón de pobres y extremos pobres. Hay parvada de “asesores” en el ministerio de la Presidencia que indignan.