¿Quién pagará la construcción del metro?

El buen administrador planifica y ejecuta, sin perder la cabeza. Cuentan que un hombre se había ganado una ‘platita’. Era la ocasión para resolver algunos problemas caseros, y decidió comenzar reparando las goteras del techo. En vez de ‘parcharlo’, decidió tirar abajo todo el techado, y como el dinero se acabó antes de lo previsto, quién sabe qué tiempo pasaría esa familia contemplando desde su cama el cielo despejado.

Celebré la inauguración del metro. No alcanzaría este espacio para describir la obra. En medio del entusiasmo, una serie de preguntas asaltaron mi pensamiento: ¿Cuánto costó finalmente la obra? ¿Por qué no se ha anunciado el costo del pasaje? ¿En cuánto tiempo se pagará? Y bruscamente tuve que frenar mi imaginación.

El clientelismo electoral inspira los ‘programas sociales’ del Gobierno, por lo que elevar la dignidad del panameño no es su prioridad. El oficialismo ‘repica’ a diario que las cosas andan bien, para llevarnos a creer que ‘no estamos tan mal como parece’. A pesar de los hechos, el Gobierno no acepta el fracaso de la mayoría de ‘sus promesas de campaña’ en materia del alto costo de la vida, la inseguridad, la crisis educativa, el desempleo, y ahora los miembros de la comunidad tenemos que ver qué hacemos para enfrentarlos.

No fue casual que su inauguración coincidiera con las elecciones. Aun así, se necesitará inaugurar varios ‘metros’ más para que despegue la candidatura de Mimito. Con su hecho pensado, el oficialismo lo puso gratis, creyendo que las personas aprovechaban la ocasión para mostrar su respaldo al Gobierno. El metro promete atenuar el problema del tránsito vehicular, pero mientras ese rosario de problemas sociales siga gravitando alrededor de las vidas de los panameños, estaremos condenados a una vida de angustias y limitaciones, a pesar de que se pueda llegar sin tardanzas, a la casa y al trabajo.

El metro es una realidad, y el panameño tendrá que pagarlo así sea que mañana los estudios nos revelaran que la obra, financieramente, terminó siendo un fracaso. Esa será parte de la herencia que el gobierno de Navarro y los ciudadanos recibiremos de parte del presidente Martinelli y del gobierno del cambio.

Jorge Zúñiga Sánchez

Abogado y docente