- martes 04 de octubre de 2016 - 12:00 AM
De Pymes y su resilencia en desastres nacionales
En casos de desastres naturales imprevistos, se organizan ayudas en forma de: Donaciones, voluntariado y/o alianzas; aunque muchas veces no se sabe a ciencia cierta el exacto manejo de estos fondos, la sociedad en general prefiere dar antes que privarse de hacerlo.
Por sobre todos, los empresarios pueden ofrecer fondos mientras que los emprendedores pueden hacer un uso más óptimo de los mismos cuando se trata de restablecer el tejido socioeconómico en aéreas que deben restablecerse rápidamente después de desastres naturales imprevistos (Huracanes, Terremotos, Inundaciones, etc.)
Los emprendedores son agentes económicas cuyos modelos de negocio son más inmunes a la inestabilidad, por que viven en una constante crisis (o cambio), por lo tanto puede valerse de su creatividad e innovación en el proceso de reconstrucción posterior a los desastres agregándole valor.
Lo anterior no solo implica afrontar los retos que el desastre nos propone, sino que también es descubrir las oportunidades adicionales para la sociedad dentro de la coyuntura del desastre natural. Es decir sacar lo mejor de las peores circunstancias, de eso se trata la Resilencia.
La resilencia es encarar la adversidad y superarla, para lo cual el emprendedor goza de autoeficacia (Yo puedo) y autoconocimiento, condiciones claves para ser resilente. En las buenas y las malas los emprendedores conservan inconscientemente aquella lapidaria frase de Henry Ford: ‘Cuando todo parezca ir contra ti, recuerda que el avión despega contra el viento, no a favor de él.'.No se llega a ser resilente por elección, selección ni bendición; debemos trabajar para ello desde la más intima convicción de ciudadano.Y los emprendedores están llamados a fomentar la resilencia en nuestra ciudad.
Aunque nuestra ciudad parece más bendecida que otras, por estar alejada de las fallas tectónicas que producen sismos y de paso de los Huracanes; al ser un hub logístico comprende otra serie de riesgos no naturales que implican grandes afectaciones y gobernables con resilencia. Ojalá que nunca pase nada (!).
El autor es psicologo con máster en sistemas de información e investigación de mercado y emprendedor.