¿Por qué la Gobernación?

En el cierre del mercado de Abastos, como en otras decisiones sorpresivas y tomadas a última hora, hay margen para la sospecha y hasta para más. La responsabilidad de administrarlo siempre la tuvo el Municipio de Panamá y más concretamente la Alcaldía; pero ahora, con la decisión de clausurarlo ‘de ya para ya', nos enteramos que el alcalde o la alcaldesa fueron echados a un lado por la gobernadora, quien, aunque nominalmente tiene mayor jerarquía administrativa, se ha paseado en la autonomía municipal.

Lejos de mi interés interceder por el señor Blandón o su sucesora, a quienes he criticado muchas veces por el interminable suplicio al que han sometido a los que habitamos en las áreas aledañas a las interminables, desordenadas e inconsultas obras de la Vía Argentina, que han llevado a la quiebra u obligado a cerrar a decenas de negocios o los han dejado sin estacionamientos, con la consecuencia de que el aparcamiento en ese sector se ha convertido en un auténtico caos. Pero a ambos me permito preguntarles, a sabiendas de que cualesquiera sean sus respuestas quedarán muy mal parados, si la decisión tomada por la gobernación les fue consultada, si ellos la aprobaron o se enteraron con posterioridad de los hechos cumplidos.

Al leer la resolución de marras y las referencias que en ellas se hacen a los informes del SINAPROC y del Cuerpo de los Bomberos, para justificar el cierre, cabe otra pregunta: ¿Por qué estas entidades, super celosas de sus deberes, demoraron tanto para percatarse del inminente peligro que amenazaba las vidas de quienes hemos estado concurriendo a ese mercado?

En la ‘diligente' decisión de la gobernadora, sin duda, hay gato encerrado y l(o)(a)s involucrad(o)(a)s, especialmente quienes candidatean para puestos de elección, en lugar de escurrir el bulto, deben dar la cara. Pero antes de que lo hagan les recomiendo repasar las normas de la Constitución sobre el Régimen Municipal.

Abogado