• martes 06 de diciembre de 2016 - 12:00 AM

¡No pierdas la esperanza!

¡‘el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza'! 

El comercial de un distribuidor de gasolina hizo popular la frase: -‘¡ya pasó Juan!'-. Era una forma de decir: -‘¡llegaste tarde!'-. Y esa es la percepción que a veces tenemos respecto a Dios. Por ejemplo, vemos el negocio complicarse, la enfermedad tiende a agravarse o sobreviene la muerte, no hay manera de echar a andar el proyecto, escasean los recursos, la relación está a punto de romperse, en fin: pasa de todo y Dios parece no enterarse. Sin embargo, ¡no pierdas la fe! ‘Dios, que no miente', e hizo esta promesa: ‘he aquí Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo'. Entonces, ¿Por qué a veces sentimos lo contrario? Bueno, tengamos clara esta verdad: ‘mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová'. Una buena manera de ilústralo sucede cuando ‘Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto'. Pero Marta –como suele pasarnos a todos-, sólo veía un árbol, mientras el Señor no pierde de vista el bosque. Ella pensaba en sanidad, Jesús pensaba en resurrección. Nosotros vemos lo poco, Él mira lo mucho. Tranquilo: a Él no le dirás: -‘¡ya pasó Juan!'-. ¡‘el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza'! ¡No pierdas la esperanza! No te des por vencido: Él siempre llega, el siempre está justo a tiempo para darte la mejor de las respuestas, para darte lo mucho en vez de lo poco que pides o piensas.

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