• jueves 23 de febrero de 2017 - 12:04 AM

No pierdas la esperanza

En 1673, Henry Morgan dejó tras de sí las ruinas de una ciudad saqueada, incendiada, asolada y desolada: Panamá la Vieja

En 1673, Henry Morgan dejó tras de sí las ruinas de una ciudad saqueada, incendiada, asolada y desolada: Panamá la Vieja. Sin embargo, con las mismas piedras de la urbe destruida, 2 años después se refundó una nueva: el actual Casco Antiguo. ¡Con las mismas piedras! ¿Puede funcionar el mismo principio para nuestras vidas? Es decir, ¿con las piedras de un matrimonio destruido, se puede reconstruir la vida en familia?; ¿con los vestigios de un negocio fracasado, se puede rehacer una empresa?; ¿con los retazos de sueños rotos, se puede restaurar una esperanza? ¡Claro que sí! Si algo ‘se ha echado a perder' en tu vida, recuerda que ‘escrito esta': ‘muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas las librará el Señor'. Cuando Dios llevó a JEREMÍAS a ‘la casa del alfarero', el Profeta vio como ‘la vasija de barro que (el alfarero) hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija'. Y, así como con la misma arcilla que ‘se echó a perder' el alfarero ‘hizo otra vasija', o como con las mismas piedras de Panamá la Vieja se reconstruyó otra ciudad: ‘si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado'…en todo. ‘Todas las cosas son hechas nuevas', dice la Palabra. ¡Dios no se ha olvidado de ti! No te olvides tú de Él. No pierdas la esperanza: del árbol del fracaso…puede retoñar el éxito. ¡NO TE RINDAS!

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