- viernes 18 de marzo de 2022 - 12:00 AM
Pesos y contrapesos
Sobre el papel que cumple cada órgano del Estado, representado, a través de los núcleos de poder político y económico del país; contravienen los intereses de la ciudadanía, quienes, luego que emiten su voto, quedan relegados de toda discusión.
El hecho que Panamá haya sido un país presidencialista, que concentra en el Ejecutivo el poder político y económico, provocó un desbalance en la correlación de fuerzas. Sin embargo, a partir del gobierno pasado, se comenzó a experimentar cambios en la conducta, con relación a los poderes del Estado.
Una serie de eventos judiciales sin precedente, provocó que los actores políticos y económicos del país, vinculados a actos de corrupción, buscarán contrarrestar desde el Órgano Legislativo las acciones emprendidas desde el poder del Ejecutivo, a través del Judicial, en los casos de alto perfil que involucraban a los gamonales.
Producto de lo anterior, el Órgano Legislativo comprendió la magnitud y el alcance del poder que concentra la Asamblea, principalmente, en su capacidad para legislar, presionar, chantajear, manipular, extorsionar, torcer y acomodar a la medida; cualquier ley; contando, siempre, con el blindaje de la inmunidad desproporcionada que brinda una curul dentro del hemiciclo.
Tal fue el nivel de rebelión, que la pasada administración de gobierno no pudo nombrar a todos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia ni a los miembros de la junta directiva de la Autoridad del Canal de Panamá, que le correspondía; siendo la presente administración la encargada de hacerlo, con lo cual, la Asamblea rompió el equilibrio escalonado para evitar la concentración de poder en órganos y entes neurálgicos en la estructura del país.
Pero la cosa no quedó allí. Cuando los miembros del actual Ejecutivo acomodaban el taburete, la Asamblea los madrugó nombrando al nuevo contralor de la Nación; una potestad, que, ciertamente, corresponde al Legislativo, pero que siempre había sido una ficha del presidente de la República.
Con la cantidad de expedientes sensitivos, no sería extraño que el Judicial también expanda su radio de acción.
Periodista