- martes 13 de septiembre de 2022 - 12:00 AM
El Panamá de los pelaos de los 70
A lo largo del largo tiempo que llevo compartiendo esta columna, nunca me había sentido que se me habían agotado los temas para escribir. Esto me puso a pensar que ya había tocado fondo, y que con urgencia había que renovar mi repertorio de ideas. En verdad creo que ese enredo se debió a que llegué al punto ‘bisagra' en mi vida, que me permite examinar si mi futuro se realizó tal y cómo me lo propuse en mi juventud.
Sin duda alguna, mi adolescencia fue la etapa más importante de mi vida. Una parte transcurrió en el Darién y la otra en el barrio de San Miguel. Luego siguió la Universidad y mis sueños de ser abogado, en muchas ocasiones chocaron con los obstáculos que por surte ya había previsto. Luego me hice padre, y creo haber aprobado con honores esa materia, y con sorpresa hoy descubro que todavía tengo futuro.
No hay satisfacción más agradable que encontrarse en con un amigo del barrio, o con uno de esos con los que compartimos en el Nido de Águilas o en la U, y de inmediato nos trasladamos en la máquina del tiempo a esos recintos.
El país tiene tantos problemas que los viejos de los 70 no podemos darle la espalda. Hoy convocamos a esa fuerza y rebeldía que en nuestros años mozos demostramos, en el interés de servir de ejemplo a las generaciones del presente y a las venideras.
Es cosa de pasar a los campos de juego de la ciudad, y encontrará a cientos de ‘súper veteranos', corriendo ilusionados tras una pelota, sin importarles los dolores y los achaques que le sobrevendrán más tarde. Estos atletas exhiben un derroche de energía y talento, que envidiarían muchos prospectos de hoy.
Los pela'os de los 70, tenemos mucho que aportar todavía. La sabiduría popular y el sabor a patria está encarnado en ese sector etario, en ese grupo de viejos que se reúne a jugar dominós o a tomarse unos copetines, para recordar ‘lo malo, lo bueno y lo feo' de nuestras andanzas callejeras.
ABOGADO