• sábado 15 de marzo de 2014 - 12:00 AM

¡Y las pagamos todos!

Las campañas electorales panameñas son proporciones guardadas, las más largas y costosas del mundo. En España duran 15 días; las nuestra...

Las campañas electorales panameñas son proporciones guardadas, las más largas y costosas del mundo. En España duran 15 días; las nuestras merecen el récord Guinnes, pues se inician hasta antes de asumir los cargos, y ni qué decir después. Tanto Torrijos como Martinelli, no bien los declararon ganadores, dieron el pistoletazo de salida a campañas diseñadas para permanecer en el poder por varios quinquenios.

¿Se han preguntado cómo se financian los monstruosos gastos que se hacen en las campañas electorales? Las razones son varias, y cada una más inmoral que las otras.

La primera es que los partidos panameños, aunque no cumplan la misión que ellos mismos se impusieron en la Constitución, como en ninguna otra parte del mundo, son premiados con subsidios escandalosos que, además, aumentan en cada quinquenio. Para el presente son 70 y para el próximo 80 millones.

La segunda es que las normas electorales vigentes, por ser un traje que los mismos partidos se cortaron y cosieron a su medida, en una sastrería conjunta con el Tribunal Electoral, les permiten recibir dineros cuyas fuentes, lícitas o ilícitas, pueden mantener ocultas.

La tercera es que como denuncian los partidos en oposición, y es verdad, aunque cuando les toca el turno hacen exactamente lo mismo, los que detentan el poder se sirven, descaradamente, de los recursos públicos para hacer campañas y promover a sus futuros candidatos.

Y la cuarta es que quienes detentan el poder, sin ningún sonrojo, cuando tienen la sartén por el mango, se adjudican y o le adjudican a sus allegados contratos y contratitos, directamente o mediante seudolicitaciones o concursos de precios que, de antemano se sabe para quienes se convocan y de los que, como se comenta y hasta alguien ha denunciado, ‘algo’ llega a las arcas que financiarán las futuras campañas.

Si hasta la fecha, por lo bajo, ya se deben haber gastado 50 o 60 millones en lo que va de la campaña electoral, en los 48 días que faltan para las elecciones se gastará no menos del doble. Como justificación se dirá que esas ofensivas cantidades, que en últimas cuentas las paga el pueblo y no la partidocracia, las gastan motivados por el sublime propósito de servir a la Patria y a sus habitantes más pobres y marginados. Nos mienten descaradamente; pero lo trágico es que una mayoría del país todavía hace eco a esas patrañas.

* PRECANDIDATO PRESIDENCIAL INDEPENDIENTE