Un monumento para nuestra historia

Hace 53 años, la juventud estudiantil salió de sus aulas para solicitar a las autoridades zoneítas, administradoras de la Zona del Canal, que se cumpliera con el Convenio de las Banderas, firmado por el Presidente Kennedy de los EE.UU. y por el presidente Roberto Francisco Chiari de Panamá en 1963.

El convenio pactaba que la bandera nacional sería izada en lugares civiles en la Zona del Canal al lado de la norteamericana con excepción de las bases militares.

Al violarse este pacto porque los estudiantes, padres de familia y profesores de la Escuela de Balboa se negaban a izar la bandera panameña al lado de la de EE.UU. y a que se cortara el asta, por órdenes del Gobernador de la Zona del Canal, para evitar confrontaciones.

Ese acto cívico de los institutores fue ultrajado por los estudiantes zoneítas y ello provocó el martirologio del pueblo panameño, con sus 21 mártires y sus 500 heridos.

Y ello provocó la UNIDAD de los panameños alrededor de un Gobierno que se empinó sobre sus propios intereses, rompiendo relaciones diplomáticas con la potencia más grande del mundo y además reclamando sobre la sangre derramada, un nuevo tratado para resolver las causas de conflicto, arrastradas desde 1904 a pesar de las reclamaciones de todos los gobiernos pasados y que se culmina con esta Gesta de Mártires y de Héroes del pueblo panameño, que –por el Tratado del Canal Torrijos-Carter– los panameños logramos entrar en la Zona del Canal, administrar después de 500 años la ruta de tránsito (siempre en manos extranjeras), la salida de las bases militares, ondear la única bandera en nuestro territorio y que imperaran las leyes panameñas.

¿Qué parque, qué monumento, qué memorial, que homenaje permanente existe para honrar la historia del 9 de enero de 1964 y todas las luchas nacionalistas desde hace 500 años?

¿No cree el señor presidente que es más justo, más correcto, invertir los 35.7 millones de dólares en un Monumento Nacional y contar la historia panameña, que llenar de cemento el Parque Omar?

¡¡¡Haga historia, señor presidente!!!

*Exembajador de Panamá en Brasil y Nicaragua