Mejor prevenir que lamentar

En Panamá las palabras mantenimiento y prevención no están en el diccionario de ninguna autoridad; reparación tampoco, por eso estamos como estamos: con un país desbaratado casi idéntico a Haití después del terremoto del 2010.

El fin de semana pasado se dio una alerta debido al huracán Julia por lo cual se suspendieron las clases el día lunes, nadie sabía cómo nos afectaría el huracán así que se tomó esa medida preventiva la cual fue motivo de burlas por reconocidos periodistas e influencers de las redes sociales.

Como el domingo en la capital amaneció soleado empezaron a burlarse de la medida tomada por el Ministerio de Educación. Años atrás ha habido muertes por la demora en suspender las clases y hace pocas semanas una niña y su hermana mayor, quien la fue a buscar a la escuela, murieron ahogadas al ser arrastradas hacia una alcantarilla cuando cayeron en una cuneta abierta al caminar por la orilla de la calle donde no había acera.

Tomar medidas de prevención nunca será un acto totalmente popular, menos en un país tan informal y desordenado como es el nuestro. En otros países los avisos de prevención son un asunto serio y nadie los toma a relajo y menos como motivo de burla.

Ante un aviso de huracán suspender las clases y trabajos es lo correcto, igual de importante es evacuar las zonas inundables antes del desastre.

Es mejor perder un día de clases que perder vidas bajo un árbol o en una alcantarilla.