Manifiesto universitario (2)

8. Autorizar sin control ni supervisión, el surgimiento de universidades privadas, muchas de ellas incapaces de soportar acreditación, para gran perjuicio de muchos jóvenes.

9. Ser responsable directo de la baja en la matrícula más importante y grave que ha padecido la Universidad en su historia: más del 40% en diez años.

10. Mantener a la Universidad en el ostracismo científico, al carecer de una política consistente de fomento a la investigación, y menos de la creación y desarrollo de publicaciones que cumplan con los estándares internacionales.

11. Abandonar totalmente la preparación adecuada y sistemática de estudiantes talentosos que reemplacen a los docentes próximos a cumplir su edad de retiro y, en cambio, permitir y promover el ingreso de docentes sin las cualidades necesarias.

12. Incurrir en la deshumanización de la enseñanza al permitir que se deprima y elimine dolosamente el conocimiento humanístico en todas las esferas educativas, el cual es indispensable para toda visión crítica y toda misión personal y colectiva que tienda a la propuesta humanizante.

13. Haber creado, ante la faz del país, una imagen totalmente perjudicial para la Universidad, que es víctima y rehén del autoritarismo, el abuso y cuya administración ha puesto los intereses de unos pocos por encima del interés nacional.

Consideramos que cada día que se prolongue la presencia del Dr. García de Paredes en la Rectoría solo servirá para ahondar el deterioro no únicamente de la institución, sino de la relación de esta con el pueblo panameño. Debido a que quienes han sido víctimas de sus atropellos han recurrido a la justicia nacional para evitar que les sean arrebatados sus derechos, ahora, y solo ahora, sale el rector a esgrimir que se está violentando la autonomía.

Igualmente, su permanencia en el puesto solo estorbará los procesos democráticos de discusión que deben darse para su reemplazo y para propiciar las reformas que tanto necesita la Universidad. Harta experiencia se tiene de la forma en que ha influido en tales procesos, para beneficio propio y de sus adláteres.

Como es de esperarse, hay más miedo entre los disidentes universitarios, más persecución de la actual administración y más animadversión de la comunidad ante los abusos que se cometen en la Universidad; hacemos un llamado al rector para que reconozca que las cartas del destino han sido echadas y que nada de lo que él haga ni de lo que proclamen sus aduladores, logrará borrar la mancha de sus errores. Señor rector, debe usted marcharse.

*Constitucionalista y catedrático universitario

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Realice el último y supremo acto que puede ponerlo, al menos en eso, a la altura de sus ilustres antecesores