• domingo 08 de diciembre de 2024 - 12:00 AM

Madre frente al espejo

¿Qué refleja el espejo con la imagen de tu madre?. Todo y nada. De físico mucho, desde joven, adulta, viejita, de tez clara, oscura, marrón, de cabello lacio, corto o largo. De mirada profunda, soñadora, nostálgica... Y de esencia ¿qué?. Dime, ¿Qué ves?. Ah, esa es otra historia.

Madre es un bien preciado que un hijo puede tener pero que ningún regalo, por grande que sea, justicia le puede hacer. Su incondicionalidad, entrega, formación, enseñanzas y legado representa lo intangible de ese ser que nos trae al mundo, nos cría y nos acompaña por siempre.

El alcance de su amor trasciende el espejo, que refleja apariencia pues encierra fortaleza ante desafíos crecientes por ser sustento económico y moral de familia, ejemplo de vida generacional y con alto sentido de adaptabilidad a los tiempos y al entorno.

En la medida en que escribo, pienso en la mía: Vicenta Aizprúa Hidalgo. No alcanza tinta para describir tantas virtudes. Con carácter férreo, bondad y humildad y con sabiduría “criolla”, producto de las circunstancias en las que creció y que, más que amilanarla la han convertido en un ser maravilloso, que vela por todos, aportando valor y respeto a nuestras vidas.

8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción es recordatorio permanente del sentido de madre, comprometida con la guía de sus hijos haciendo de cada día una experiencia que solo nosotros identificamos cuando vemos a nuestra madre frente al espejo. Felicidades hoy y siempre!!!.

¿Qué refleja el espejo con la imagen de tu madre?. Todo y nada. De físico mucho, desde joven, adulta, viejita, de tez clara, oscura, marrón, de cabello lacio, corto o largo. De mirada profunda, soñadora, nostálgica... Y de esencia ¿qué?. Dime, ¿Qué ves?. Ah, esa es otra historia.

Madre es un bien preciado que un hijo puede tener pero que ningún regalo, por grande que sea, justicia le puede hacer. Su incondicionalidad, entrega, formación, enseñanzas y legado representa lo intangible de ese ser que nos trae al mundo, nos cría y nos acompaña por siempre.

El alcance de su amor trasciende el espejo, que refleja apariencia pues encierra fortaleza ante desafíos crecientes por ser sustento económico y moral de familia, ejemplo de vida generacional y con alto sentido de adaptabilidad a los tiempos y al entorno.

En la medida en que escribo, pienso en la mía: Vicenta Aizprúa Hidalgo. No alcanza tinta para describir tantas virtudes. Con carácter férreo, bondad y humildad y con sabiduría “criolla”, producto de las circunstancias en las que creció y que, más que amilanarla la han convertido en un ser maravilloso, que vela por todos, aportando valor y respeto a nuestras vidas.

8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción es recordatorio permanente del sentido de madre, comprometida con la guía de sus hijos haciendo de cada día una experiencia que solo nosotros identificamos cuando vemos a nuestra madre frente al espejo. Felicidades hoy y siempre!!!.

Periodista.

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