En Jesús encontrarás descanso

No lo voy a negar: el RECREO era mi hora favorita en el horario de clases. Lo recordé cuando supe que a mi hija le redujeron los RECREOS: de 3, a sólo 2. Para que sintiera empatía y que la entendía, le dije la verdad de mis tiempos de escuela, y traté de convencerla de que 2 RECREOS eran más que suficiente. Pero, fue en vano. Así suele pasarnos en la vida diaria: andamos atribulados, masticando rencores, temerosos hasta de nuestra sombra, dudando de nosotros –y por ende, de los demás-, culpando, ansiando, trabajando, etcétera. Y en vano nos dicen que hay DESCANSO, un DESCANSO, el DESCANSO: Jesús. En realidad, no nos parece suficiente. Por eso buscamos el RECREO necesario, a nuestro modo, por nuestros medios: ¡y eso sí resulta en vano! Ahora bien, considero que en las Escrituras no hay hombre más castigado, menospreciado, vilipendiado, enfermo y hostigado que Job. Pero, en medio de esa vorágine, aceptó esta verdad: Señor ‘yo sé que TODO lo puedes'. Y, ese TODO, por supuesto que incluye el DESCANSO. Bien dice la Escritura: ‘vengan a mí los que están trabajados y cargados, y Yo los haré DESCANSAR'. Y la palabra DESCANSAR significa en el texto original: ‘intermedio, tiempo de RECREACIÓN, reposo, refrigerio'. No importa lo que vivas, ni la magnitud, ni el peso de lo que vivas, en Jesús ‘encontrarás DESCANSO –RECREO, reposo, refrigerio- para tu alma'. Hazlo –no será en vano-, y descubrirás que puedes atravesar y sobrevivir a la tormenta: ¡en paz y en victoria!