• lunes 03 de marzo de 2014 - 12:00 AM

Haciendo las cosas bien

México, DF – Las ciudades grandes generalmente basan sus atractivos turísticos en construcciones o monumentos antiguos. Esta ciudad capi...

México, DF – Las ciudades grandes generalmente basan sus atractivos turísticos en construcciones o monumentos antiguos. Esta ciudad capital del gran país que es los Estados Unidos Mexicanos, cuna de culturas ancestrales y de tradiciones que se cultivan para enaltecerlas, está repleta de viejos edificios y museos, pirámides y centros que fueron determinantes en lo que es hoy este gran país. Nadie duda que México tiene un gran atractivo para el turismo, pero es la explotación apropiada del mismo, basado en sus riquezas culturales, lo que le dan ese valor agregado del que nosotros carecemos.

Aquí a nadie se le ocurre tirar una costanera frente al casco antiguo para que nos saquen como una pepita de guaba de la lista de patrimonios históricos de la UNESCO, después de haber cuenteado por dos años a los técnicos de ese organismo en cómo se iba a hacer la siguiente fase de la cinta costera. Mucho menos se les ocurre tumbar un árbol, y las colonias Polanco y Condesa tienen más parques y áreas verdes que estructuras construidas, a pesar de los 11 millones de almas que desquician el tráfico diario de esta urbe.

Los mexicanos se ufanan de tener el edificio más alto de Latinoamérica (creo que en Panamá hay más altos, pues el de aquí tiene 56 pisos) pero también de conocer al dedillo su historia, sus escritores, sus artistas, sus bailes y sus tradiciones. Con el más pinche taxista puedes conversar de Benito Juárez o del arquitecto que construyó el Monumento del Ángel de la Independencia y la corrección es la tónica que marca la forma en que se dirigen a uno: por favor señorita, gracias y a la orden. Nada de mami, mi amor o qué so’pa.

Adoran su música y sus intérpretes, su tequila y su comida y a pesar de ‘estar tan cerca de los Estados Unidos y tan lejos de Dios’, como dice el dicho (atribuido a Porfirio Días, que fue presidente), coadyuvan a su orgullo nacional con fervor. Por muy dañadas que estén algunas partes de México por cuenta del narcotráfico, los carteles y la corrupción, el promedio general es favorable a la soberanía y el nacionalismo.

En esta ciudad se puede uno recorrer barrios enteros donde los álamos rebosan de flores y al lado hay monumentos históricos, junto a pujantes edificios modernos. En esta ciudad puede uno pasarse el día viendo la espléndida colección del Museo Soumaya, de Carlos Slim, que es gratis para el público en vez de irse a un centro comercial. Hay las mejores tiendas, pero también los mejores museos. Es cuestión de prioridades y en algunas cosas, lo han estado haciendo muy bien.

* EXMINISTRA DE GOBIERNO Y JUSTICIA