- lunes 27 de abril de 2015 - 12:00 AM
Génesis 2, 23-24 Hallar esa mujer
Mi-sión. Dios cerró la creación… ¡con broche de MUJER!, broche más valioso que mil diamantes. Y no lo digo para congraciarme con las MUJERES en su día, si no porque la Biblia dice: ‘MUJER virtuosa… ¡Vale mucho más que las piedras preciosas!'. Y en realidad es así: Adán fue formado y colocado por Dios en un lugar llamado ‘delicias, placer' (Edén); lugar de riquezas y provisión: árboles, alimento, animales, agua, oro, ónice y bedelio (resina curativa y aromatizante). Es decir el hombre tenía todo y estaba a cargo de todo: desde odorante ambiental y comida, hasta riquezas y medicinas. Sin embargo, la vida del hombre sólo cobró sentido… y pudo multiplicarla y prosperar: cuando la MUJER aparece en escena. Pero, así como la MUJER completa el sentido a la vida del hombre, es el hombre quien da identidad a la MUJER: Dios llama al hombre Adán, pero es Adán quien nombra Eva a su MUJER. No hay una ‘guerra de sexos o géneros', somos el cóncavo y el convexo del uno y el otro, y viceversa. Como decía en el Mi-Sión del lunes: somos ‘coherederos', al mismo nivel; no iguales, sino semejantes, complementarios y diferentes. Felicidades MUJER: sólo cuando el hombre te halla, ‘MUJER virtuosa'…cuando ‘halla ESPOSA halla la felicidad: muestras de su favor le da el Señor'.