- jueves 22 de mayo de 2014 - 12:00 AM
Fiera Herida (al estilo de Roberto Carlos)
Acabó con todo/ Este vendaval de ira/ que levantó halos y sueños/ virados en mi salida./
No es vendeta el metro/ ni hago nada incorrecto,/ aunque fui blanco perfecto/ de bochinches en los medios./
Animal arisco:/ quieto, ¡qué tal si te digo!,/me dejé engañar/ de esas babosadas.
¡Cuánta tristeza tuve!:/ esa noche de resultados,/ moría a pedazos por el poder.
Traicionado, uno no olvida,/y aunque perdone todo,/uno sabe que la factura va a pasar.
No cambiaré: este país no tiene solución;/ yo soy el poder y volveré./Hoy soy fiera herida y/en la Asamblea todo detendré.
Caminé de más/cuando iba al Tribunal/a descubrir esos números/que en la panza me hacían mal.
Solo y sin el títere/zigzagueando en precipicio/ del fin de mi dinastía.
No fingí estar herido,/al contrario, lenguaraz y decidido./ Por los sueños de antes,/prometí seguir en el filo.
No es cuestión de flores;/vale más ser perverso/ en este vendaval, ya me dirás.
Mis cicatrices callan,/ pero mi lengua implora/ la venganza que llegará.
Liberen mi cédula. ¿Acaso sabías que no votaría por ti? Por eso te quedaste con mi cédula. Devuélveme mi cédula. ¿Qué piensas hacer con ella? Con tantas ilusiones de ir a votar el 4 de mayo. Iba a votar por ti por diputada, aunque no lo creas. Por Arias no iba a votar, pero sí por Navarro. No importó que me secuestraran mi cédula. La necesito. ¿Voy a tener que irla a recuperar dónde? ¿Quién me ayudará? Mis vecinos han recibido piedra, arena y zinc. Otros refrigeradoras, estufas y segadoras. El de los regalos electorales es el mundo feliz. No vamos a tener que adquirir nada: todo nos lo regalarán los candidatos. Mientras, espero que alguien se apiade y me liberen mi cédula.
* Filólogo y periodista