- sábado 07 de enero de 2017 - 12:00 AM
Exigen expulsión del embajador gringo
Ante una nueva intervención contra la autodeterminación de nuestra soberanía, una vez más, los EE.UU., utilizando sus estrategias de intimidación, bloqueo y desprestigio, con su política de estrangulamiento y guerra mediática, amparados en su desprestigiada Lista Clinton, continúan la amenaza de cercenar las voces de los diarios El Siglo y La Estrella de Panamá.
No es un secreto para el mundo que los EE.UU. son expertos en crear conflictos y guerras como parte de su política de estado, utilizando instrumentos de seguridad como la CIA y el FBI.
Sus acciones son conocidas en el mundo entero, en crear regímenes, dictaduras extremistas; y así, mantener al mundo en una agitación bélica, mientras tanto, a través de su diplomacia pervertida y manipuladora, escudados en su poder mediático de guantes blancos, le hacen creer al mundo que son los defensores de la democracia y campeones de los derechos humanos; sin embargo, su historia como país nos hace observar y analizar los asesinato de hombres luchadores por la justicia, derechos humanos y civiles como lo fueron Abraham Lincoln (1865), John F. Kennedy (1963), Malcon X. (1965) y Martin Luther King (1968). Todos estos crímenes quedaron impunes, dejando dudas de sus prestigiosos aparatos de seguridad e inteligencia, y abriendo incógnitas como el escándalo Watergate, en que su presidente Richard Nixon (1974), usó a la CIA y el FBI para acosar a activistas que denunciaban y luchaban contra la corrupción.
Aunado a eso, agreguemos la instauración de dictaduras en América Latina, las cuales entrenaban, financiaban y protegían a sus líderes militares hasta que sus intereses de ‘seguridad nacional' los requiriera.
No obstante, una vez que ya no requirieran de estas dictaduras militares eran derrocados bajo la bandera de la democracia y la libertad. Este es el gran negocio de la guerra sucia de los EE.UU.
Por ello, como defensores de la libertad de expresión y los derechos humanos, exigimos la salida inmediata de nuestro país del embajador de EE.UU., John Feeley, por considerarlo no grato.
Comunicador social y voluntario de los derechos humanos