• viernes 23 de mayo de 2014 - 12:00 AM

El día después…

En la política es igual, con la victoria electoral de Juan Carlos Varela muchos salieron a autoproclamarse los padres de la criatura

Con la frialdad de pensamiento y la sangre tibia, analizaré el día después. Se dice que la derrota siempre es huérfana y que la victoria tiene muchos padres, lo cierto es que toda causa conlleva efectos.

En la política es igual, con la victoria electoral de Juan Carlos Varela muchos salieron a autoproclamarse los padres de la criatura, mientras que en las campañas de José Domingo Arias y de Juan Carlos Navarro, todos se limpiaron las manos como Poncio Pilato.

De la campaña de José Domingo se desprenden muchas curiosidades; sin embargo, lo que más llama la atención es la crítica de Martinelli sobre los mensajes y propagandas de la campaña de Arias.

‘La Fuerza de lo Nuevo’ fue un eslogan que no llegó a mensaje. A todas luces, la frase trataba de marcar distancia de lo único que generaba confianza en el candidato oficialista. Martinelli y su 70% de aceptación era todo lo que sostenía a José Domingo.

La desconfianza que producía el candidato del PRD, incluso a lo interno de su membresía, fue el producto de una conducta zigzagueante y de una oposición cariñosa, en momentos en que Martinelli necesitaba un freno a su incontrolable ímpetu de poder. Encuentros secretos y un círculo cero que también lo abrazaba, hizo de Navarro, una víctima de su propia estrategia.

En la que me compete, producto a mi cercanía como director de Comunicaciones de la campaña de Juan Carlos Varela, me permito compartir un análisis más preciso de los hechos que llevaron al candidato de la alianza ‘El Pueblo Primero’ a obtener el 39% de los votos el pasado 4 de mayo.

Sin duda, este espacio se quedó corto, por lo cual invito a los estimados lectores de esta columna, para que cada viernes, mientras dure el periodo de transición, compartamos análisis y hechos, desde la perspectiva de un ‘bombero’, que entró en enero, al edificio en llamas.

* Periodista