Efecto dominó

La algarabía es permanente y se refleja en el regreso a clases. Muchos contentos por los reencuentros, otros escépticos ante los decesos y contagios, en medio de contradicciones sobre uso o no de implementos adecuados para la prevención, así como la vacunación de niños y adultos.

Todo ello sumado al alza del combustible y el efecto ‘dominó' reflejado en los costos de productos de diversa índole, a raíz del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, así como las repercusiones por medidas de presión adoptadas a nivel mundial.

Es lo que se ‘veía venir' advierten unos, pero como siempre el tema no radica en eso sino en el ‘mientras tanto' y en el ‘después' traducido en medidas. ¿Ahorro de energía? El caso es que sin guerras ya en Panamá Oeste los apagones son una constante de no acabar. Y la tarifa igual. Solo queda el malestar. Desafortunado escenario, donde no existe compensación voluntaria por daños. Las disculpas no se traducen en efectivo constante y sonante.

Sin embargo, corresponde seguir. A pesar de la adversidad prevalece la conciencia de cuidado, de prevención y hasta de ahorro de lo poco que pueda tener. Capacidad de resistencia y resiliencia a prueba. ¡Una vez más!.

PERIODISTA