• miércoles 12 de marzo de 2014 - 12:00 AM

Desorden público en el trasporte

Mis 25 años de vinculación al sector transporte, en mi condición de asesor y consultor privado, me permiten expresar con la autoridad su...

Mis 25 años de vinculación al sector transporte, en mi condición de asesor y consultor privado, me permiten expresar con la autoridad suficiente que del tema sabemos un poquito. Y por ello, afirmamos que en el trasporte existe un desorden público. El mismo lo podemos detallar de la siguiente manera: en el sector selectivo da terror ver en una gran mayoría a conductores de la peor calaña detrás de un timón, el abuso en el cobro de tarifa, de manera que usted no se extrañe si hoy le cobran $1.50 y mañana le cobran $3.00 por llevarlo al mismo lugar y en la misma distancia.

Si esto es imperdonable, de igual manera lo es el desorden en cuanto a las rutas internas que, sin Dios ni Ley, fijan todos los días el recorrido y la tarifa a cobrarle al usuario, que tiene que tener suerte para ir donde va el bus o el taxi para que pueda llevarlo a su destino. Y qué decir de los pavos y transportistas groseros y maleantes que asustan y maltratan a los usuarios, entre los cuales puede estar mi mamá o la mamá de cualquier lector nuestro que usa una unidad por obligación, pero que desde que lo abordan se encomiendan a Dios hasta que lleguen a su destino.

Como si esto fuera poco, ha aflorado la modalidad de piratas y corsarios que era propia del transporte marítimo, pero ahora resulta que con una camisa de legalidad hacen de los suyas en nuestras calles y avenidas. ¿O es que acaso a usted no le ha ocurrido que le hayan tirado un busito de estos por exceso de velocidad, o le hayan chocado por andar en regatas?

Y la cosa no termina allí, si el grado de desorden público ha llegado al extremo de que construyen una zona paga moderna en el área de La Cabima, nadie la usa, un vehículo por exceso de velocidad se estrella con la parada, muere un niño y su madre resulta herida, pero hasta el día de hoy nadie ha eliminado la misma para que usen la zona paga en el área. Y como decía mi abuela, para cerrar póngale la tapa: el propio Metrobús haciendo de las suyas, jugando con la frecuencia, descuidando el mantenimiento de los buses, maltratando a los choferes, violando el contrato de concesión, no corrigiendo fallas administrativas y por último no cumpliendo los compromisos adquiridos con la Nación. Pero lo peor de todo es que ante este desorden público no decimos nada, o es que estamos esperando que los adversarios de este Gobierno aprovechen y le saquen ganancia a este desorden y que creo no se lo debemos dejar a nuestro pueblo.

* ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO