Desgastados por la tremenda puñera

Sin lugar a dudas que la fanaticada del más duro de los deportes, hablamos del box, está decepcionada. El sonado diálogo que buscaba mejorar las condiciones de los que se agitan en nuestro tinglado ha quedado en el olvido.

El costo de la vida está por las nubes, hay miles al borde del nocaut, tienen los bolsillos desplumados. La guantera que estamos recibiendo es tremenda y no se ve por donde se pueda voltear la tortilla.

Desde las diferentes tribunas la afición es de la opinión que lo pactado en Coclé, hace algunos meses, no se está cumpliendo. Ahora se evalúa que con la mediación universitaria se lleve la segunda fase de los asaltos de estudio, pero la fanaticada ya no cree en nadie, porque a diario recibe todo tipo de combinaciones al rostro y a la zona media del cuerpo. El chenchén ya no alcanza para nada.

Una parte de la afición aún recuerda los intercambios de golpes que ocurrieron en Coclé, que al final del día no dieron resultado. Pablo pueblo necesita un respiro, venimos de tres años de duro castigo, estamos muy abajo en las tarjetas de los jueces.

A los tricolores les resta poco tiempo en la cima, deben usarlo para mejorar.