- viernes 13 de mayo de 2022 - 12:00 AM
No es culpa del gato
Hace años mi hijo tenía un resfriado que no se le quitaba con ningún antibiótico; su pediatra regular no estaba en la lista del nuevo seguro así que usé otro quien lo hospitalizó y llamó a un neumólogo, éste sin examinar al niño, lo primero que me preguntó fue que si teníamos mascotas en casa; inocentemente contesté que si: 2 perros y un gato, a lo que me respondió ‘deshágase de ellos, es alergia'.
Cuestioné el diagnóstico pues ni siquiera había examinado a mi hijo quien estaba postrado en cama con venoclisis. Se molestó muchísimo y acto seguido, hoy creo que lo hizo vengándose por mi duda, mandó a hacerle todo tipo de pruebas incluyendo VIH y lo más delicado, una biopsia pulmonar que costó varios miles de dólares para lo cual se necesitó anestesia general y el uso de la sala de operaciones. Todas las pruebas salieron bien, incluyendo las de alergia.
Resumiendo, el pelao tenía una neumonía bacteriana que se hubiera detectado con una prueba de laboratorio cuyo resultado demoraba 48 horas. Ese fue el único examen que no le hicieron, ¿raro no? se curó con un antibiótico específico que tuvimos que tomar todos en casa.
Demasiados pediatras y especialistas les achacan todos los males de los niños a las mascotas de la casa y eso causa muchos abandonos. Similar pasa con las mujeres embarazadas y los ginecólogos.
Escribo esto porque hace poco me pasó algo similar. Antes de la pandemia un oftalmólogo me dijo que el problema de mi ojo izquierdo, que amanecía seco y con lagañas, era debido al maquillaje. En cuarentena no me maquillé, pero el problema empeoró; fui a otro oftalmólogo y sin examinarme me preguntó si tenía mascota; no voy a escribirles todo nuestro diálogo ni la cara que le puse, pero luego de examinarme el ojo me recetó 4 tipo diferente de gotas.
Es decir…no era el gato.
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