- viernes 02 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
¿Crecimiento o despilfarro?
La situación actual del país se puede medir desde diferentes ópticas. Los optimistas con el vaso medio lleno, mientras que los pesimistas lo ven medio vacío. Las estadísticas son un poco más frías y muestran una desaceleración económica; sin embargo, lo que realmente espanta, es el nivel de pesimismo que se siente en la calle. La falta de confianza del consumidor genera dudas en los inversionistas, que aun contando con los recursos, prefieren esperar señales más claras antes de tomar un riesgo.
Aun así, no dejan de construirse edificios y plazas comerciales a lo largo y ancho de todo el país. Son notorias las señales de crecimiento, tal vez, no al ritmo de los últimos 13 años, pero no deja de ser importante y sostenido. El panameño aprende y ajusta rápido. Los primeros años del Black Friday nos comportamos como cholos, imitando patrones de mercado de otras latitudes, donde la desesperación por adquirir una oferta, produce, incluso, accidentes mortales por el afán.
El famoso Black Friday se extendió, antes y después, de la fecha señalada. No había que recibir patadas; al panameño le gusta manosear la compra y hacerla con calma. Al final visitaron el país 25,000 turistas y aprovecharon las ofertas. Todo aquel que de niño acompañó a su madre de compras, conoce de antemano, que esto es un asunto que se tiene que tomar con paciencia y sin afán. En definitivo, este año la compra fue más cuidadosa.
El despilfarro de los últimos años generó una conducta impulsiva en el consumidor panameño, lo cual, no es síntoma de bienestar ni de riqueza. Si en 13 años de crecimiento económico solo nos dedicamos a gastar, y no invertimos en educación, cultura, deporte y salud, es posible que hayamos tirado al tinaco toda la prosperidad.
En lo personal, soy del criterio que el verdadero decrecimiento está en que no hemos sabido aprovechar los recursos para hacer crecer el país en términos de desarrollo humano.
*Periodista