- jueves 09 de febrero de 2017 - 12:00 AM
¿Cortinas de humo del gobierno?
Pareciera que el Ejecutivo procura mantener a la población ocupada, pensando en lo que no debe o no puede ser, quizás para que olvidemos las coimas millonarias de Odebrecht, los papeles de Mossac & Fonseca, y obviamente cualquier investigación o auditoría sobre el quinquenio oscuro de la administración Martinelli.
Al parecer no hay voluntad política de investigar, en consecuencia, no hay certeza de castigo. Tal cual lo instituyó Albert Einstein: ‘La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa'.
La injusticia es tan común, y tan generalizada, que ya casi nadie se preocupa, solo cuando se afectan sus intereses. La población enarbola fervientemente las banderas de partidos políticos y algunas veces hasta se matan entre vecinos, en conocimiento que esos políticos se han hecho millonarios con el dinero de las escuelas, carreteras, potabilizadoras o mercados periféricos que no se construyeron.
Semana tras semana, otro camarón achicharronado. Lanzan cortinas de humo tales como la reconstrucción del Parque Omar por la exorbitante suma de 35 millones de dólares, el presunto intento de la Dirección de Transito para incrementar las tasas y multas, hasta por un 1000% y el regalo de 100,000 casas.
También la demolición del edificio de la Escuela de República de Venezuela donde funciona también el Instituto Comercial Bolívar, al parecer sin un plan de dónde recibirán clases esos miles de estudiantes. ¿Dónde están los planos para la nueva estructura y dónde el presupuesto para la reconstrucción?
Mientras tanto, la Asamblea matraquea la aprobación del proyecto de ley 245, que permite a los corruptos salir a la calle, libres e impolutos, como ciudadanos decentes, con los millones del peculado no declarado o no detectado.
Al parecer esa mancuerna de gobernabilidad, en la Asamblea, mantiene al país en un oscurantismo total. Si no fuera por las investigaciones que adelantan Estados Unidos, Francia, Suiza y otros países, jamás se hubiesen conocido las coimas de Odebrecht, pero, aún así, ¿qué han hecho? ¿Habrá conflicto de intereses? Dios te salve, Panamá.
*Economista, educador, humanista.