Se complican con una lluvia de puñete

La esquina de Pablo Pueblo atraviesa una pelea difícil luego de varias semanas de tranquilidad en los tinglados criollos, esto debido a la fuerte paliza que ha retomado el virus logrando conectar fuertes combinaciones a la anatomía de los trompadachines.

El pleito tiene números de terror, mientras que las cifras de caídos en combate suben como la espuma, lo que tiene al campeón saludable con la cabeza hinchada tratando de esquivar las fuertes rectas y con buenos movimientos de pierna aguantar hasta que se calme la marea de trompadas.

En las graderías hay nerviosismo porque si todo continúa igual, medio país estará incapacitado por covid y no habrá quien trabaje. Algunos afirman que por los tinglados estatales hay departamentos que han quedado casi sin personal por el bicho malévolo.

La situación es crítica aunque quieran negarlo los campeones y todo apunta que el velo de las restricciones podría asomarse más rápido de lo que se esperaba, situación que tiene preocupados a los pugilistas de la vida nocturna.

Por donde se vea es una película de terror para los trompadachines, ya sean profesionales o amateurs. Esto está candente.