- jueves 13 de octubre de 2022 - 12:00 AM
Carne-vales y covid
La mejor forma de idiotizar a una persona es darle abundancia de lo que más le gusta. Independiente del valor, la ilusión le hace ver las cosas siempre mejor, aún cuando esté comiendo pasto.
El gobierno y algunos brillantes ministros, gerentes directores, asesores y otros, mantienen más comprometido, endeudado y destruido al país que mojado a un pez, igual como se come un chicharrón, pues igual como lo dijo aquél señor, con yuca y miel.
Bueno disculpen los que no saben o no tienen memoria histórica, recuerdan aquel que ofreció hacer el puente donde no había rio, finalmente pues también prometió construir el río, para complementar el puente.
Casi, casi en igualdad de condiciones, pero diferente. ¿Cómo así Señor Presidente? usted anunció, casi con bombos y platillos, que se celebrarían los “carne-vales” para el 2023, pero acaso olvidó el COVID 19 y todas las secuela? ¿Acaso el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social se lo recomendaron, olvidando las nuevas cepas? ¿Pudo el COVID ser un engaño o no, a la población para mantenerla aterrorizada y así continuar endeudando el País? Si el COVID 19 radica en la mente de quienes pretenden continuar vacunando niños: ¿por qué usted anuncia carne-vales?
Bueno su anuncio fue acogido con beneplácito principalmente por empresarios y ahora, la población no debe usar mascarilla ni preocuparse por las nuevas cepas ¿bueno, en Roma, los emperadores ofrecían pan y circo a la población, para entretenerlos. ¿Algo parecido?
Esto sucede cuando en el Estado se "colocan" como administradores a personas que no tienen capacidad administrativa, don de mando, independencia de pensamiento, liderazgo y principios éticos, como parte de un perfil para el mejor hacer, aún cuando fueren profesionales.
Quienes se preguntan porque las instituciones públicas están en peores condiciones cada vez más, pudieran tener respuesta de la siguiente manera.
La política cercena la honestidad, carcome la mística de trabajo, la vocación de servicio, entrega institucional, el compromiso personal. Es un lastre social. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, humanista.