- jueves 20 de marzo de 2014 - 11:37 PM
Cáncer es cáncer
En este Panamá de caricatura, nos entretienen y nos entretenemos con situaciones que ya no aportan nada en el diagnóstico del padecimiento político, social y económico.
Ahora se ha redestacado el caso Lavítola porque lo están procesando por corrupción internacional. Claro que si Lavítola pagó o se organizó para pagar coimas, alguien en Panamá las recibiría y el expediente dice que sería el presidente de acá y otros funcionarios. Por coimas en el gobierno de Pérez B., los EE. UU. procesaron y condenaron a un tal Jumet por coimear a funcionarios panameños.
Volviendo al título ‘Cáncer es cáncer’, ¿para qué necesitamos saber más del cáncer politiquero del Gobierno? Lo que cabe es organizarse para eliminar ese cáncer. Pero nos entretenemos en querer saber u opinar sobre Lavítola-Martinelli.
Entre las propuestas mágicas que ofrecen los principales candidatos va a pasar como la fábula de los dos conejos que se detuvieron a analizar si los perros de caza que los acechaban eran galgos o podencos. En esa disquisición se entretuvieron, cada uno argumentando, lo que dio tiempo para que los perros de caza los atraparan.
En la fatal historia de la politiquería, que nuestro presidente esté o no vinculado a Lavítola, es secundario. Hay suficientes razones para saber que hay que barrerle su nómina reeleccionista. El esfuerzo debe ser, concentrarse en derrotarlo, pero los Juan Carlos, como los conejos de la fábula, se dedican a comentar el caso Lavítola-Martinelli y hasta se atacan, pero son incapaces de entender que de seguir sin un pacto por la democracia, lo más probable es que ambos pierdan ante la mentira CD.
Este pueblo, con su sociedad civil debe buscar que se haga un ‘pacto democracia’ para fundar una nueva República que revierta las lacras políticas que Gobierno tras Gobierno se han ido acentuando.
Solo faltan 44 días para tener la oportunidad de enrumbar por mejores senderos este país. No perdamos el tiempo.
* EL Autor es odontólogo