Cabeza tibia, Mecha Corta, Leche  Condensada, el Ebanista, etc. 

Ninguno de los remoquetes que tiene el presidente Cortizo; algunos auto impuestos con la intención de querer demostrar autoridad; y otros producto de la sabiduría popular impuestos por los parroquianos de mi país, han servido para cambiar la vida del panameño; todo por el contrario; lo que han dejado claro es que el país anda a oscuras, con un Presidente invisible, acomodaticio, sin autoridad, manejado a su antojo y secuestrado por el poder legislativo que a su vez controla el partido gobernante.

Dicho más claro y de manera contundente, Nito, aquel que en plena pandemia se declaró como el operador de una supuesta torre de control instalada en San Felipe, buscando hacernos creer que él gobernaba el país, no es otra cosa que un títere, y con los resultados obtenidos el domingo recién pasado en las elecciones del partido P. R. D. queda demostrado quien controla a quién.

Quién dirige los destinos del país no es quien fue electo para tal fin; sino los verdaderos titiriteros instalados y distribuidos entre el poder económico y la nueva banda electa quienes parecen más un cartel (de …) que un partido político, ahora sí que nos toca tomar fuerzas para rescatar la patria, lo que nos espera no es cosa fácil.

Tristemente el 2024 no muestra caras que brinden e irradien esperanzas a una población necesitada de hombres y mujeres con profundas raíces democráticas y con valores que motiven los cambios profundos que necesitamos para dejar una mejor nación a nuestros hijos y nietos, de los rostros visibles como presidenciables hasta ahora, no hay uno solo que no tenga marca de acto corrupto, ya sea por ladrón, Odebrech, botellas, ventiladores, compra de bates bañados en  oro, con drogas en sus vehículos, mafiosos envueltos en asesinatos, en fin; la lista es larga y lo que nos espera es larga batalla.

Todo esto se da en un país presidencialista, con la vista gorda de un Presidente sin autoridad, quien desde que era candidato, nos dijo tener le receta para poner freno a los altos precios de los medicamentos controlados por una mafia de 4 familias, y los resultados no pueden ser peores, seguimos comprando (estado) y pagando ciudadanos 4, 5 y 6 veces más el valor de lo que nos cuesta el mismo medicamento en cualquier país vecino, vivimos en un país que anda al garete,  a la buena de Dios, como barco a la deriva, cómo avión en piloto automático; porque el Presidente duerme en una hamaca plácidamente mientras el país se nos cae a pedazos.

FUNDADOR Y EX SECRETARIO GENERAL CGTP