Bolívar, los istmeños y Ayacucho

En 1815 en la Carta de Jamaica, Simón Bolívar, describe el futuro del Istmo y lo compara con el estratégico Istmo de Corinto en Grecia y habla de su destino manifiesto.

En 1822, Bolívar, recibe las noticias de nuestra Independencia de España, por nuestros propios medios y dirá: ‘El Acta de la Independencia de Panamá es el documento más glorioso que puede ofrecer a la historia ninguna provincia americana'.

En febrero de 1822, Simón Bolívar, solicita se recluten panameños para que se integren a la lucha por la libertad de la América del Sur y se formaron dos Batallones de Istmeños.

Y el 7 de diciembre de 1824, antes de la Batalla de Ayacucho, Simón Bolívar, desde Perú, convocará al Congreso de Panamá para 1826 y de él dirá: ‘Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen de nuestro derecho público, y recuerden los pactos que consolidaron su destino, registrarán con respeto los Protocolos del Istmo… ¿Qué será entonces el Istmo de Corinto comparado con el de Panamá?'.

El 9 de diciembre de 1824, los Batallones Istmeños pelearán en las filas de los ejércitos neogranadinos en Ayacucho por la libertad definitiva de las colonias del Imperio Español. Tomás Herrera será condecorado en el campo de Batalla y ascendido a Capitán al igual que otros panameños que son totalmente desconocidos.

En el año 2024, se estarán conmemorando los 200 años de las Batalla de Junín y Ayacucho, ese encuentro con la muerte y con la libertad, donde derramaron la sangre muchos panameños, la que no derramaron en la Independencia del Istmo de 1821.

¿Cómo vamos a conmemorar en Panamá esos 200 años? ¿Quiénes fueron los panameños reclutados, cuántos cayeron en el campo de batalla y cuántos regresaron? Bonita tarea para los historiadores y los académicos, para el Ministerio de Cultura, para el MEDUCA, para el Gobierno Nacional y para los nacionalistas de corazón.

Ha llegado la hora de darle nombres a esos fantasmas panameños que piden y exigen un lugar en la historia nacional y en la historia de América.

Un MONUMENTO A LOS HERÓES ANÓNIMOS, es lo mínimo que se merecen ellos y tantos otros que han dado su vida por este pedazo de tierra, llamado Panamá.

CÓNSUL DE PANAMÁ EN PERÚ