Autoayuda 

Una vez escuché que un señor en la radio afirmaba que todo el concepto de autoayuda era una gran mentira. Considero que la anterior apreciación es muy radical. Creo que el principal actor de la vida es la propia persona, que posee la capacidad y la sabiduría de saber qué necesita y dónde buscar ayuda para aquello que quiere encontrar, o para lo que quiere cambiar.

Es cierto que existen profesionales de la salud mental que pueden ayudar a la persona a que descubra y se haga consciente de qué la ayuda a mejorar y la acompañan en este camino mediante sus orientaciones, terapias y psicoterapias. Cuando se trata de materialización de metas, está el campo de los coachs o entrenadores de vida, pero nunca a un nivel tan profundo como un psicólogo o psiquiatra.

Lo cierto es que no existe profesional alguno que pueda producir cambios en la persona si esta no decide moverse y cambiar. El cambio y el camino que seguir para ese fin corresponden a una decisión personal que debe ejercerse en libertad.

El campo de la autoayuda ha sido denostado por considerarlo un camino hacia la manipulación apoyado en literatura orientada hacia determinado fin, como el sistema de ventas o el fraude piramidal, y algunos autores incluyen las ventas de multinivel.

Los detractores dicen que los libros de autoayuda tienen una eficacia cosmética, sin comprobación empírica, voluble. Otros reconocen que los mejores libros de autoayuda son aquellos que se fundamentan en estudios científicos con eficacia comprobada.

El Caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher y El hombre en busca del sentido de Viktor Frankl son ejemplos de lujo de estos últimos.

Abogada, mediadora, coach