¡Aspira a cosas sorprendentes!

Alguna vez un psicólogo me dijo que crecemos recibiendo instrucciones para que hagamos cosas…sin que tengamos ideas de cómo hacerlas. Por ejemplo, a la hora de estudiar nos decía de niño: ¡concéntrate! Pero nunca nos explicaron qué debíamos hacer para concentrarnos. El resultado: fácilmente perdíamos el enfoque. Qué bueno es saber que el ‘Manual de Nuestro Fabricante' -la Biblia-, no sólo nos dice qué hacer, sino también: porqué, para qué, cuando, donde, y sobre todo…¡el cómo de las cosas! Por ejemplo, estás en una encrucijada hoy día -sea personal, familiar, de negocios, laboral o de cualquier índole-, y la Escritura te dice: ‘ten valor, cobra ánimo'. Ese es el qué. ¿Cómo hacerlo? Simple: ‘pon tu ESPERANZA en el SEÑOR', comienza diciendo el SALMO 27:14. Y termina recalcando el mismo SALMO: ‘¡pon tu ESPERANZA en el SEÑOR!', por si acaso no entendimos el cómo. Si tu ESPERANZA descansa en un dictamen médico, en el dinero, en la decisión de una persona, en el gobierno: el desenlace de tu historia es meramente humano, natural. Pero, si decides ‘poner tu ESPERANZA en el Señor', el desenlace será sobrehumano, sobrenatural: ¡simplemente sorprendente! Vamos, atrévete, levántate, no te limites…‘ten valor, cobra ánimo'. Escrito está: ‘los que ESPERAN en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán'. Vamos, hoy (ese es el cuándo): ELIGE al Señor, ¡adelante, ‘ten valor, cobra ánimo'! ¡No pierdas el enfoque…concéntrate! ¡Aspira a cosas sorprendentes! Tan sorprendentes…como la salvación (el éxito: ese es el porqué)