Al pan, pan…

El pueblo habló alto y claro el 4 de mayo, votó con más del 75% oposición, es decir, contrario a las imposiciones de Martinelli y su banda; sin embargo, hay algunos diputados que salieron alquilados en la papeleta del PRD que parece no han interpretado la voluntad popular.

El PRD, ante los últimos acontecimientos acaecidos en el país, tiene la oportunidad dorada de salvarse o enterrarse y los mensajes confusos que mandan algunos de sus diputados parecen indicar que el mismo perdió el rumbo, la brújula, la carta de navegación.

La actuación del presidente del PRD, Benicio Robinson, Raúl Pineda, Crispiano Adames y otros parece indicar que son agentes libres o no se sienten comprometidos con lo que dijera en rueda de prensa su secretario general, Juan Carlos Navarro, hace apenas cinco días.

Reunirse con los miembros ‘negociadores’ del CD es un fiel reflejo de lo podrido que está nuestra clase política, esta actitud de deslealtad a su colectivo (igual que Mireya) está siendo vista por las bases del PRD y la ciudadanía como alta traición.

Pero es que desde los momentos difíciles por los que atravesó la Nación en el 2012 cuando Martinelli no tenía quórum para iniciar el periodo legislativo y cuando se quiso enquistar en poder con la imposición de la sala quinta, las reformas electorales que eliminaron la revocatoria de mandato, etc., a la población le quedó claro quiénes fueron los que permitieron semejantes barbaridades.

Juan Carlos Navarro tiene tres caminos en esta disyuntiva: se queda solo como partido haciendo oposición, se une al CD o al panameñismo.

Ellos juegan a la independencia para seguir apoyando al CD cuando les convenga.

La alianza natural del PRD es con el panameñismo, además los dos hacen parte del Frente por la Democracia y al que se sale del redil hay que tirarlo afuera si no quieren hundir por siempre al PRD.

* Exsecretario general de la CGTP