- martes 04 de octubre de 2016 - 8:56 AM
Naciones Unidas se mostró hoy "muy preocupada" por el impacto que el huracán Matthew pueda tener en Haití, un país que todavía no se ha recuperado de las devastadoras consecuencias del terremoto que lo asoló en 2010. "Estamos muy preocupados por lo que le pueda pasar a grandes grupos de población que aún no se han recuperado del terremoto", afirmó en rueda de prensa Denis McClean, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para la prevención de desastres (UNISDR).
El portavoz recordó que más de 60.000 haitianos aún viven en campos de desplazados internos, y centenas de miles residen en chabolas con estructuras "enormemente precarias". McClean aseguró que el caso de Haití es "un ejemplo de libro de texto de todos los factores de riesgo juntos", por lo que temió que el paso de huracán deje "consecuencias devastadoras" en el país.
El poderoso huracán Matthew, de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 230 km/h tocó hoy tierra en el oeste de Haití, y se espera que posteriormente siga su trayectoria y afecte a Cuba. De acuerdo a todos los estudios, Matthew es el huracán más poderoso que se ha formado en el Atlántico desde Félix, en 2007, que causó más de 130 muertos a su paso por Nicaragua.
Los científicos han advertido del peligro que entrañan las intensas precipitaciones que dejará a su paso por el sur de Haití, con una lluvia acumulada que podría alcanzar las 25 pulgadas (63 centímetros), aunque en casos puntuales podrían registrarse hasta 40 pulgadas (más de un metro) de agua.
La lluvia puede causar fuertes inundaciones, lo que complicaría aún más la precaria red de alcantarillado y agua potable, lo que puede exacerbar la ya existente epidemia de cólera en el país. Precisamente, el portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Christoph Boulierac, explicó que actualmente más del 40 por ciento de la población no tiene acceso a fuentes de agua potable, y solo uno de cada cinco haitianos cuenta con sistemas de saneamiento.
La falta de agua potable puede fácilmente favorecer la aparición de enfermedades infecciosas, además del cólera, como la gastroenteritis, a la que son especialmente vulnerables los niños. El 40 % de los 4 millones de habitantes de Haití son menores de edad, según Unicef.