Debatirán futuro de biodiversidad
- sábado 06 de octubre de 2012 - 12:00 AM
Más de 160 países tienen cita a partir del lunes 15 en Hyderabad, India, para concretar los ambiciosos compromisos tomados hace dos años en Nagoya sobre biodiversidad, y deberán resolver con qué instrumentos y sobre todo qué financiación frenar la desaparición de especies amenazadas.
La 11ª conferencia de las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) reunirá hasta el 19 de octubre a miembros de esta convención de la ONU que nació hace 20 años en la Cumbre de la Tierra de Río.
Las reuniones sobre biodiversidad, menos mediáticas que las conferencias sobre el clima, siguen siendo un evento importante para esbozar remedios a la erosión, cada vez más rápida, de las especies animales y vegetales.
‘Los 10 a 20 próximos años son clave de cara al tiempo que tenemos para proteger mejor la biodiversidad’, subraya Neville Ash, director de la sección biodiversidad del Programa de las Naciones Unidas para Medio Ambiente (PNUMA).
Sobreexplotación de los recursos, deforestación, polución, cambio climático: la tasa de extinción de las especies es hoy hasta 1,000 veces más elevada que lo que se sabía hasta ahora, recuerdan los científicos.
Una de cada tres especies de anfibios, más de una pájaros de cada ocho, más de un mamífero de cada cinco, más de un cuarto de las especies de coníferas, y también un gran número de peces y cetáceos están amenazados de extinción. Esta erosión no sólo se limita a la cuestión de la desaparición de las especies, sino que afecta también a nuestras economías, con numerosos sectores que dependen de un buen estado del medioambiente.
En 2010, ‘año internacional de la biodiversidad’, la conferencia de Nagoya, en Japón, había permitido la adopción de compromisos ambiciosos.
Una ambición encarnada por 20 objetivos para 2020 (como suprimir las subvenciones ‘nefastas’ para el medioambiente o luchar contra la sobrepesca) y un acuerdo histórico sobre un protocolo para distribuir de forma más equitativa los beneficios de la explotación de recursos genéticos para las industrias como la farmacéutica o la cosmética.
Todavía queda mucho por hacer. Sólo seis países han ratificado de momento el protocolo de Nagoya, que necesita cincuenta ratificaciones para entrar en vigor.
El principal punto de crispación -y fuente de divisiones entre países en vía de desarrollo y países desarrollados- debería ser la financiación necesaria de aquí a 2020 para alcanzar los objetivos fijados.