Seis décadas de narración

LEYENDA. Todo aquel que conoce de hípica ha escuchado la frase: ‘Ya, ya no lo van a alcanzar’. Esas son palabras del veterano de mil y ...
  • martes 08 de abril de 2014 - 12:00 AM

LEYENDA

Todo aquel que conoce de hípica ha escuchado la frase: ‘Ya, ya no lo van a alcanzar’. Esas son palabras del veterano de mil y una batallas, Manuel Nicolás Sánchez Bonilla Jr.

‘Manuelito’ no es un jinete, no es un preparador, tampoco un propietario de ejemplares, es uno de los cuatro narradores de las carreras en vivo que se hacen en el Hipódromo Presidente Remón.

Sánchez tiene más de 50 años detrás de los micrófonos narrando carrera a carrera en el coloso hípico.

‘Firme o rumbo a la victoria era mi pregón, pero Víctor Ancelín (preparador) me dijo por qué no usas la frase ‘They never going to reach me’, que significa: ‘Ya, ya no lo van a alcanzar’’. señaló Manuel a este medio desde Juan Díaz.

Con seis décadas dedicado a la narración, un logro histórico para esta hermosa profesión, Manuel Sánchez empezó en Radio Mía, emisora del difunto Ramón ‘Monchy’ Pereira.

‘Mi mamá trabajaba para la familia Pereira y allí sale la oportunidad. Un día el popular ‘Chombito’ García faltó a su programa a las 6:00 de la tarde y me dieron la oportunidad de leer el noticiero. Al día siguiente ‘Monchy’ me contrató y allí comenzó mi carrera en la locución’, expresó Sánchez, quien debutó a los 14 años.

Ese mismo año llegó al HipoRemón. En ese entonces el finado Braulio ‘Pacho’ Icaza narraba las carreras y ‘Manuelito’ leía los comerciales. Hasta que un día le dio la oportunidad de narrar la última carrera de una jornada hípica.

‘Al principio hice muchas cagadas, ja, ja, ja, ja. Pero dos semanas más tarde le cogí el ritmo y el colega José Laguna me bautizó con el mote de ‘El Premier’’, explicó entre risas.

Manuel Sánchez recuerda con mucho cariño los clásicos internacionales del Caribe en Panamá y en el exterior.

‘Gracias a la hípica he podido narrar y he tenido la oportunidad de narrar en México, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Colombia y Costa Rica’.

El más respetado de los micrófonos de la hípica criolla manda un mensaje a los jóvenes narradores, los que vienen creciendo.

‘Tienen que meterle amor al trabajo. Traten de llevarle una narración limpia y emocionante al público apostador’, dijo.

Con su trabajo pudo mantener y educar a sus tres hijos, todos profesionales y la inspiración de su vida.