- domingo 04 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
CHOQUE
Un gol de cabeza de Sergio Ramos al minuto 89 le dio al Real Madrid el empate 1-1 ante el Barcelona, en el clásico del fútbol español disputado ayer en la cancha del Camp Nou de Barcelona correspondiente a la 14 jornada de la liga local.
Un juego equilibrado, con un tiempo para cada equipo, es lo que dejó el partido más esperado del fútbol mundial a nivel de clubes.
Fue el Real Madrid quien tomó el protagonismo del primer tiempo, el medio campo comandado por el croata Luka Modric y el español Lucas Vázquez neutralizaron el poderío ofensivo de la MSN (Messi, Suárez y Neymar) y sirvieron como lanzadera de los veloces contragolpes de Ronaldo y Benzema, sin embargo no pudieron vulnerar la cabaña local.
En el segundo tiempo, el guión del partido cambió a favor del cuadro balugrana, fue el uruguayo Luis Suárez quien se encargó de mover el tanteador.
Al minuto 52, el ‘pistolero' en un cobro de una falta en el costado izquierdo de la cancha, se zafó de la impecable marca que le había hecho durante todo el encuentro el francés Raphael Varane y con certero cabezazo doblegó la meta defendida por el costarricense Keylor Navas.
Con el 1-0 el público catalán estalló en alegría y vitorearon a Suárez por más de 5 minutos al grito de ¡u-ru-gua-yo! .
El gol permitió al Barcelona convertirse en amo y señor del juego, pero pese a los muchos intentos no lograron hacer más amplia la ventaja la entrada de Andrés Iniesta, recuperado de una lesión, volvió a levantar al estadio que se le rindió en aplausos y gritos; para la oncena da Cataluña, el ingreso del ‘Cerebro' se tradujo en aún mayor posesión del esférico.
Barcelona pagó muy caro el no ‘matar' el partido, ya que en la agonía del encuentro, el Real Madrid se jugó todo a una pelota parada, tras una falta del turco Arda Turan en las inmediaciones del área.
En el minuto 90, el defensa central de los Meregues e icono de la garra madridista, Sergio Ramos, acostumbrado a definir partidos en el último suspiro, se adelantó a la zaga culé y prendió un remate seco con la cabeza, para poner el 1-1 final y de paso silenciar la fiesta catalana.
Así, Real Madrid y su técnico Zinedine Zidane se niegan a conocer la derrota y ya suman 33 partidos sin caer, una racha que los puede motivar para disputar en la próxima edición del Mundial de Clubes en Japón que iniciará el próximo 8 de diciembre.