- lunes 16 de enero de 2017 - 12:00 AM
DERROTA
El Sevilla acabó ayer con el invicto del Real Madrid, que había alcanzado los 40 partidos, al ganar por 2-1 in extremis a los blancos, en la 18.ª jornada de la Liga española, que pese a la derrota siguen liderando los merengues.
Tras esta derrota, el Real Madrid sigue primero, pero con un solo punto de ventaja sobre el Sevilla, que consolida su segunda plaza, mientras que el Barcelona, que goleó el sábado a Las Palmas (5-0), es tercero a dos puntos del primero.
Apenas tres días después de que el Real Madrid eliminara al Sevilla de la Copa del Rey, ambos equipos volvieron a enfrentarse en un duelo que se auguraba de alto voltaje.
El astro luso Cristiano Ronaldo abrió el marcador para el Real Madrid al transformar un penal (67), pero cuando faltaban cinco minutos para el final del encuentro Sergio Ramos cabeceó un balón a sus propias redes al intentar un despeje poniendo el 1-1.
El gol fue un duro golpe para el capitán merengue, blanco continuo de los pitos del público, que siete minutos después veía como el montenegrino Stevan Jotevic hacía el gol de la victoria (90+2), tras perder el balón Karim Benzema.
‘Hemos hecho un buen partido, pero tras el gol nos hemos relajado. Han empatado, se han venido arriba y ha llegado el segundo. Vamos a aprender de esta derrota', dijo el lateral del Real Madrid, Marcelo.
Tras una primera parte muy táctica y equilibrada, el partido se aceleró en el segundo tiempo cuando los de Jorge Sampaoli dieron un punto de velocidad a su juego frente a un Real Madrid, que salió al campo con tres centrales.
Los sevillistas apostaron por la velocidad de hombres como Víctor Machín ‘Vitolo' para sorprender, frente a un Real Madrid que intentaba mover el balón.
Los locales tuvieron una gran ocasión en un gran tiro de Ben Yedder, tras una rápida contra, que sacó Keylor Navas echándose al suelo (53).
Poco después, Karim Benzema respondía enviando un balón a las nubes solo ante el portero (63) y entonces llegó la internada de Dani Carvajal y el penal que transformó Cristiano.