- martes 01 de noviembre de 2016 - 12:02 AM
Allen Córdoba siempre veía los partidos de las selecciones nacionales de béisbol de Panamá allá en Bocas del Toro, y se prometía que algún día representaría a su país.
Siguió trabajando sin descansar y esa oportunidad le llegó a sus 20 años, siendo el amo, dueño y señor del campo corto de la selección sub-23 en el mundial que se juega en Monterrey, México. Además fue escogido como el capitán de la novena canalera.
Ahora está cotizado como el prospecto 20 de los Cardenales de San Luis; terminó la temporada como el campeón bate de la Appalachian League con un promedio de .362, y fue elegido en el equipo ideal de la liga.
“Es un orgullo, siempre había soñado con vestir la camiseta de Panamá, le decía a mi mamá que algún día iba a jugar para Panamá, escuchar el himno y disfrutar ese momento”, comentó Córdoba mientras se emocionaba.
“Fue una alegría porque le insistí a la organización que me dejara jugar aunque sea este torneo y me dijeron que tomara la decisión de si Probéis o la selección, y preferí jugar para Panamá”, agregó.
Córdoba es el capitán de un equipo de Panamá que se mantiene invicto en cuatro salidas en el mundial y que aspira a grandes cosas en Monterrey.