Baratera

‘Cuca’ recordó que pronto llegaría el sexto mes y que la cooperativa estaba fría
  • domingo 25 de mayo de 2014 - 12:00 AM

‘Cuca’ recordó que pronto llegaría el sexto mes y que la cooperativa estaba fría, de manera que llamó a las socias del club Millonarias de Diciembre para halarles las orejas: ¿Qué es lo que están pensando ustedes, que la plata va a llegar solita?, no, señoras, hay que trabajarla, hay que producirla si quieren ponerse en las filas de los que llegan al ‘mall’ para Navidad; hoy mismo tiramos una rifa de un platón de comida, a tres ‘dola’ el número.

Enseguida repartió el trabajo y no aceptó ninguna propuesta de dejar la rifa para otro sorteo. Nadie ha cobrado, ‘Cuca’, hay que esperar la quincena, decían las socias, pero la presi negó firmemente con la cabeza. Yo me encargo de comprar la comida que vamos a poner en el platón, agregó. Una socia le discutió que a tres dólares estaba muy caro el número, pero ‘Cuca’ puso boca de pato y repitió que ese era el precio y punto. Y vendan todos los números, a las 12 las quiero a todas con la plata aquí para pagarle a Gunf que nos va a dar un fiao, agregó y empezó a quitarse los rollos para llegar donde el asiático a gestionar el premio. El hombre la miró complacido y le dijo que negociaran ese pedido. ‘Ay, Gunf, yo no me atrevo, nunca he probado un tallo de jade’, aclaró ‘Cuca’ mientras al chino se le aceleraba la respiración ante esos pechos morenos. ‘Ay, Gunf, qué miras’, le dijo ‘Cuca’ coquetamente. ‘Están empolvaditos para un buen polvo’, dijo aquel en un español casi perfecto. Y alargó la mano y tocó. Ay, Gunf, ya te dije, expresó ‘Cuca’, pero ya era tarde, ya la puerta del minisúper había caído y ella también, horizontalmente, vivía una experiencia oriental. Salió de allí rato después arrastrando un platón repleto de comestibles y productos de limpieza. ¿Cuánto le tiraste al platón?, le preguntó una de las socias. 200 ‘dola’, respondió ‘Cuca’. Ahí no hay ni treinta dólares, argumentó la socia, pero ‘Cuca’, nuevamente, hizo valer su cargo y dijo que había 200 ‘panchos’ y punto. Se despidieron disgustadas, pero acordaron que quien ganara retiraría el premio allí. Y así fue, noventa minutos después llegó la ganadora, una ciudadana robusta que pregonaba orgullosa su técnico en peleas femeninas callejeras, ‘de lengua y de puño’, decía ella misma.

‘A’ondetá’ mi platón, preguntó. ‘Cuca’ sacó el premio y lo puso sobre la mesa. La mujer lo miró y revisó uno a uno su contenido. ¿Cuánto le tiraron?, añadió sin quitar la boca de platón. 200 ‘dola’, contestó la presi, que ya empezaba a calentarse también. ¿Cómo que 200?, para eso ahí, explícame esa vaina, gritó y empezó a sacar los productos y a lanzarlos al piso. Cuando terminó jamaqueó a ‘Cuca’ y le exigió que le devolviera sus tres dólares. No lo sueñes, respondió aquella.

No creas que con mi plata vas a dártelas de rica para diciembre, gritó la compradora y se fajaron sin tregua hasta que vino la Policía y se las llevó. El corregidor las miró a las dos y les dijo firmemente: Ambas están multadas, una por comprar y a otra por vender.