- viernes 20 de enero de 2017 - 12:00 AM
PLACER EXTREMO
El BDSM es una de las practicas sexuales más comunes que pueden existir, aunque para muchos se trate aún de un tabú o algo ‘moralmente incorrecto' la realidad es que es una forma de encarar los encuentros sexuales y de obtener placer.
Si sientes curiosidad te aclaramos qué es el BDSM y cuáles son las claves para practicarlo.
Por sus siglas, el BDSM agrupa diversas prácticas sexuales, que pueden llevarse todas a cabo u optar por alguna que genere mayor placer o atracción: B: D: dominación, S: sumisión y sadismo M: masoquismo.
En el bondage la clave son las ataduras eróticas que pueden resultar en extremo placenteras.
En la dominación, llevar el control del acto y de tu pareja mediante accesorios, vestimentas, juegos y posturas sexuales que te permitirán ser el amo o ama del encuentro.
El rol de sumiso es tomado por quien recibe la dominación mientras que en las prácticas de sadismo y masoquismo la clave es la unión entre dolor y placer. El sádico es la persona que lleva a cabo las acciones mientras que el masoquista es quien recibe las prácticas que conllevan el dolor.
La tendencia es asociar el BDSM con el sadismo o prácticas sexuales pervertidas. Muchas parejas comunes las llevan a cabo en menor o mayor grado para darle vida y romper la rutina de sus encuentros sexuales.
El BDSM también agrupa una subcultura con una amplia historia llena de códigos en los que entran palabras de seguridad, asunción de roles y diversos tipos de relaciones convirtiéndolo en un sistema complejo con muchas capas.
Los accesorios son parte fundamental del BDSM y cambiarán dependiendo de cuál de las siglas decidas llevar a la práctica.
En el bondage, puedes usar desde esposas hasta sistemas más complejos, la dominación y sumisión incluye artículos de cuero como vestimenta y látigos, mientras que el sadismo y masoquismo requieren de piezas que permitan crear la unión entre dolor y placer.