- sábado 26 de abril de 2014 - 12:00 AM
Hola, Rosa. Soy una mujer que en la intimidad no hago muchas cosas con mi pareja, debido a que pienso que lo hago mal y no le va a gustar. Mis pensamientos negativos me están causando un gran problema, ya tengo dos años de vivir con él.
En un encuentro erótico se ponen en contacto dos cuerpos, dos deseos, dos modos de expresarse eróticamente y esto supone un juego, un ajuste continuo en el que la comunicación, la confianza, la compenetración y el respeto juegan, tal vez, la baza más importante. No solo las palabras pueden darte pistas, también los gestos, el movimiento del cuerpo, su mano que te guíe, su respiración, su forma de responder a esa caricia, si crees que lo que haces está mal, déjate llevar.
Descubrí que mi esposa tuvo una relación lésbica durante 12 años, ella no lo negó, ella dice que ya no lo es, pues solo probó, pero se dio cuenta de que me ama.
Por medio de nuestras experiencias a lo largo de la vida con diferentes personas vamos construyendo y dando forma a nuestros deseos, nuestros gustos y nuestras preferencias eróticas. Y esto en algunas personas puede estar claro y dirigirse desde un primer momento en una única dirección, mientras que en otras personas, este camino puede nutrirse de varias y diferentes señales.