Sueño se volvió fatal

E dwin Quintero Ruiz, de 50 años, soñó hace un par de semanas que unos delincuentes ingresaban a su casa y lo amarraban para robarle.
  • viernes 02 de septiembre de 2011 - 12:00 AM

E dwin Quintero Ruiz, de 50 años, soñó hace un par de semanas que unos delincuentes ingresaban a su casa y lo amarraban para robarle.

La madrugada de ayer, la pesadilla de Edwin se cumplió de forma trágica. Cuatro maleantes llegaron a su vivienda, ubicada en el sector N°.3 de la 24 de Diciembre, durmieron al perro y entraron para robar, pero en medio del asalto le propinaron un balazo en la frente, que acabó con su vida.

VENDÍA VERDURAS

La víctima, quien tenía más de 30 años de ganarse la vida vendiendo verduras, falleció dentro de un taxi en los estacionamientos del Hospital Regional Docente de la 24 de Diciembre, adonde había sido trasladado por sus familiares luego de ser baleado.

En su casa, ayer, su esposa, hijas, nietos y vecinos lo recordaban y lloraban.

‘Hace como tres semanas le robaron llegando a la casa y se llevaron el dinero que cargaba’, comentó consternada una de sus vecinas.

LOS HECHOS

Todo comenzó aproximadamente a la 1:30 a.m., cuando Edwin llegó a su residencia tras asistir con su familia al evento de Nick Vujicic en el Estadio Nacional Rod Carew, pues era su día libre. Luego se acostó a dormir. En la morada también estaban su mamá, su ayudante y una de sus hijas, de 26 años.

Los delincuentes ingresaron al patio del inmueble, ubicado cerca de una quebrada. Durmieron al perro y, seguidamente, utilizaron una escalera para subir hasta la ventana de uno de los cuartos, que no tenía verjas, quitaron los vidrios y entraron.

QUERÍAN LA LAPTOP

Ya dentro de la casa amenazaron con una pistola al ayudante de Quintero, quien dormía en un sillón en la sala, lo amarraron y amordazaron. Acto seguido, fueron al cuarto de Edwin, lo golpearon en la cabeza y lo amarraron con zunchos.

¿Dónde está la laptop?, preguntaron los sujetos y comenzaron a revisar los cuartos y cajones. Posteriormente, se apoderaron de la computadora portátil y de un televisor plasma. Antes de retirarse, intentaron violar a la joven. Edwin, al escuchar los gritos desesperados de su hija, se soltó, agarró una escopeta que tenía y salió en busca de los ladrones.

Cuando los ladrones escapaban, Edwin trató de dispararles, pero uno de ellos, que se había quedado escondido, le disparó en la cabeza y luego huyó.

Los desalmados no lograron llevarse el plasma y, junto a la laptop, lo dejaron abandonado en el camino.

SOÑÓ QUE LE ROBABAN

‘Mi papá había soñado que unos ladrones entraban a la casa para robar y violaban a sus hijas’, comentó Niwdelin Quintero, de 19 años, hija de la víctima.

La joven contó que hace unos días le robaron el celular a su padre y que uno de los delincuentes lo cargaba, pues se le cayó en medio del robo y al revisarlo tenía los números de los amigos de la víctima.

‘Él no quería que estuviéramos aquí, porque presentía el peligro, por eso nos quedamos donde mi mamá’, dijo Niwdelin.

Los vecinos, consternados por el crimen, recordaron a Edwin como un hombre trabajador y tranquilo, que levantó su casa vendiendo verduras en Tocumen y San Miguelito.

Manifestaron que el área se ha vuelto peligrosa y que allí asaltan a los residentes a cualquier hora del día.

Tras el crimen, la Policía montó un operativo y logró detener a dos sospechosos dentro de un inmueble en el sector N°.2 de la 24 de Diciembre. Los sujetos fueron reconocidos por testigos.