Se pegó tiro en la cabeza
- viernes 21 de marzo de 2014 - 12:00 AM
SUICIDIO
Fernando Castillo García, de 54 años, había sido querellado por presuntamente violar a una menor de edad.
La denuncia fue hecha por su hijastra. Ella alegó a las autoridades competentes que Castillo, su padrastro, había abusado de su hija.
El delito nunca se le pudo imputar a Castillo, pues este decidió acabar con su vida.
Eran las 7:00 de la mañana del jueves cuando Fernando llegaba a su trabajo, en un proyecto residencial en construcción ubicado en Costa del Este, San Francisco, cerca al Súper 99. Castillo era agente de seguridad de la empresa Global Security.
A las 7:10 a. m. empezó su turno. Unos 20 minutos después, un compañero le avisó que personal de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad e Integridad Sexual lo buscaba en la entrada. Castillo pidió permiso a su superior para, supuestamente, ir a conversar con las autoridades de la Fiscalía.
A las 7:33 a. m. se escuchó una detonación en los alrededores del proyecto
Tras revisar los perímetros, compañeros encontraron, a 20 metros de la entrada del proyecto, el cuerpo sin vida de Castillo en un charco de sangre. El arma homicida estaba cerca de la mano derecha del agente. Se había propinado un tiro en la cabeza con su pistola calibre 38. Fuentes judiciales dijeron que Castillo sería indagado y probablemente llamado a juicio porque había varias pruebas contundentes en su contra.