Por defender al hijo mataron a Johny

La víctima estaba sentada en las escalinatas de su casa y miraba pasar a la gente en la calle. Siempre se sentaba en ese mismo lugar. Pe...
  • viernes 30 de noviembre de 2012 - 12:00 AM

La víctima estaba sentada en las escalinatas de su casa y miraba pasar a la gente en la calle. Siempre se sentaba en ese mismo lugar. Pero la noche del miércoles ocurrió lo inesperado. Mientras Johny Adiel Davis Brias, de 36 años, se encontraba sentado solo en el portal de su casa, ubicada en la entrada del sector de La Paz, en Mano de Piedra Durán, San Miguelito, un sujeto llegó a la vivienda a bordo de un auto negro.

El hombre estacionó el vehículo cerca de un árbol, frente a la vivienda de Johny y lo llamó. Luego se bajó del auto y comenzó a discutir con Johny. Aparentemente, el sujeto tenía intenciones de matar al hijo de la víctima, con quien tiene problemas, pero como Johny salió en defensa de su vástago, al darle la espalda al hombre, el asesino sacó un arma de fuego y le disparó.

Seguidamente, el homicida se montó en el auto y salió huyendo a toda velocidad del lugar.

Johny, quien mantenía dos balazos en el cuerpo, uno en el pecho y otro en la tetilla izquierda, fue auxiliado por sus familiares y trasladado en un auto particular al Cuarto de Urgencias del Centro de Salud de San Isidro, donde falleció.

‘El matón vino a mi casa tres veces preguntando por él. Llegó en un auto y se puso a discutir con mi hijo. Él al que venía a matar era a mi nieto, Johny trató de arreglar las cosas’, dijo a El Siglo Pastora Brias Hernández, madre de la víctima, sentada en un viejo sillón en la sala de su casa llorando a su hijo muerto.

Pastora relató que Johny se ganaba la vida como buhonero, vendiendo chécheres en la provincia de Colón, adonde viajaba diariamente y regresaba de noche a la casa.

Johny tenía dos hijos, uno de 18 y otro de 19 años. Trabajó por seis años en la Caja de Seguro Social como trabajador manual. También laboró en proyectos de construcción y desde hace cinco años se dedicaba a la buhonería.

‘Él era un hombre tranquilo, no tenía problemas con nadie’, dijo otro familiar mientras sus hijos y vecinos permanecían en el portal de la vivienda tratando de asimilar la muerte de Johny.