César fue a comprar el pan del desayuno y lo mataron en balacera
- miércoles 12 de octubre de 2022 - 10:50 AM
La noche del domingo, como todos los días, el peruano César Rogelio Aguilar Martínez, de 57 años, había ido al supermercado ubicado en Ojo de Agua a comprar desayuno para sus hijos y unos medicamentos para su esposa.
Cuando estaba de regreso y cruzaba el puente peatonal, un grupo de agentes del Departemento de Inteligencia Policial (Dip) perseguían a un sospechoso de un crimen en medio de intercambio de disparos.
César escuchó las detonaciones y se asustó. Intentó refugiarse y corrió a una casa. Fue en vano, una bala lo impactó en el muslo y testículos. Murió horas más tarde en un centro hospitalario.
La tragedia ocurrió la noche del domingo en el distrito de San Miguelito, donde minutos antes habían asesinado a un taxista.
La tarde de ayer vecinos de César, quien era oriundo de Lima, Perú, hablaron con El Siglo para dar a conocer quién era él.
Contaron que César había llegado a Panamá hace 35 años en busca de una vida mejor y después de 4 años, cuando logró instalarse, mandó a buscar a su mujer y a toda su familia.
Desde entonces vivía en Panamá y se ganaba la vida haciendo retratos y vendiendo cuadros en diferentes barrios de la ciudad.
Salía de su casa a eso de las 8 de la mañana y regresaba a las 3:00 de la tarde.
‘César era un hombre trabajador y honrado. Siempre le inculcó a sus hijas a no dejarse vencer por nada y por eso son mujeres preparadas', dijo uno de sus amigos.
‘Perú', como le decían a César, tenía 3 hijas y cinco nietos, con quienes vivía en el sector de Los Andes N. 2. Se casó en su país natal, pero cuando llegó a Panamá volvió a casarse.
Apreciado
En la comunidad donde vivía, César era muy apreciado por sus vecinos que se encontraban costernados por su muerte tan violenta.
‘Le gustaba ayudar a todo el mundo', dijo uno de los lugareños.
Cesar asistía a la iglesia Cuadrangular de Los Andes N.2 y era líder de los Caballeros.
Precisamente, el día en que una bala acabó con su vida, César había participado en la mañana en su iglesia en una actividad de venta de comida para recoger fondos para la compra de regalos para el día de la madre.
En la noche fue a comprar desayuno y fue allí donde lo sorprendió la muerte.
‘Todos lo conocían por el súper, siempre saludaba a la gente con buenos días, buenas noches, era un hombre alegre y cordial', recordaron los que lo conocieron.
Uno de los vecinos contó que esa noche estaba en su casa cuando escuchó detonaciones y pensó que se trataba de fuegos artificiales. Nunca se imaginó que eran balas. Minutos después le llegó la triste noticia de que habían herido a César.
Los vecinos de César comentaron que ‘Perú' era un hombre muy trabajador y honrado.
Dos de sus nietas gemelas dependían económicamente de él y ahora se preguntan dónde está su abuelo.